El Consejo Ciudadano de Podemos -que es algo así como el brazo ejecutor de la formación morada para que no se piense que el brazo ejecutor es el de Pablo  Iglesias- acaba de apartar a Íñigo Errejón de la primera línea del partido (desaparece la Secretaría Política) y de la portavocía del grupo en el Congreso de los Diputados (le sustituye Irene Montero). Eso sí, siguiendo las pautas que emergieron en Vistalegre II, el Consejo Ciudadano de Podemos -y no Pablo  Iglesias- apartó a Íñigo Errejón con "unidad" y, sobre todo, con "humildad". Es decir: al estilo de la nueva política y no como hubiesen tratado el caso cualesquiera de los viejos partidos, tipo Partido Popular o Partído Socialista Obrero Español.

 

El Consejo Ciudadano de Podemos -y no Pablo Iglesias- ha decidido con "humildad" que la secretaría de Acción en el Congreso sea ocupada por Irene  Montero que, también por "humildad" ocupará el puesto de Portavoz en el Congreso (como ya dije en el punto anterior). El Consejo Ciudadano, en esta ocasión por "unidad", considera que Pablo Iglesias estará mucho más arropado por Irene Montero que lo venía estando hasta ahora por Errejón.

 

A medida que pasa el tiempo, Podemos cada vez se parece más a los partidos políticos tradicionales a los que tanto critican, acaban de empezar y su "humilde" y principal objetivo es el de acaparar los puestos con mayor cuota de pantalla. Puro ideologísmo.

 

Ahora solo falta confirmar la aceptación de Iñigo Errejón a presentarse a las primarias a la Comunidad de Madrid, que se celebrarán en el 2019, si el Consejo Ciudadano -y no Pablo Iglesias- llegase a proponérselo. ¿Quién habla de puertas giratorias?.