Apasionante partida de ajedrez

Por fin Javier Fernández se ha decidido y consigue que en mayo, el mes de las flores, el PSOE celebre primarias para la secretaría general y en junio haya por fin el esperado congreso extraordinario lo que le permitirá dejar la presidencia de la gestora y poder volver a dedicarse algo más a dirigir Asturias. Menudo cabreo traían el otro día los directivos de la Thyssen Krupp por no haber asistido al 25 aniversario de su factoría en Mieres que la presencia del consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, un chico para todo, les supo a poco.

Las aguas profundas del socialismo español se mueven con un objetivo, que en junio próximo la actual presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, sea la nueva secretaria general del partido socialista. Muchas reuniones secretas se están produciendo en determinados despachos socialistas estos días. Mi espía preferida, la XP XIII, me hace llegar un día sí y otro también informes de reuniones que pasan por Felipe González, el muñidor de toda esta operación, por Alfredo Pérez Rubalcaba, el extremeño Guilermo Fernández Vara y el propio Javier Fernández diseñando una operación de recuperación del histórico partido en base a la unidad y el liderazgo de la lozana andaluza.

Susana Díaz comienza a moverse por la España nacional y el próximo fin de semana estará en León y seguidamente vendrá a Asturias donde espera llenar el palacio de deportes de Oviedo insuflando de paso cierto aire optimista al alcalde Wenceslao López. El último movimiento de esta apasionante partida de ajedrez política es la salida al escenario del ex lendakari Patxi López que ya se postula para secretario general. Simplemente es un buen gambito para neutralizar a Pedro Sánchez y los suyos. Al aparato, que es quien, como digo, está movimiento los hilos para la batalla final, no le interesa que en mayo haya una confrontación exclusivamente entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. El vasco es la cuña para que los sanchistas o críticos, como se les denomina, queden frenados. Un pulso entre Sánchez y Díaz no se sabe, al menos en opinión de Javier Fernández, en que quedaría.

Aún quedan frentes por cerrar, caso del Partido Socialista de Cataluña. Aún no está decidido si sus 18.000 militantes podrán participar en las primarias. En todo caso para Ferraz su secretario general, Miguel Iceta, no es políticamente fiable. En cuanto a la UGT, y en el concreto en el caso de Asturias, la mayoría apuesta por Pedro Sánchez, presionados por un SOMA más implicado en esta batalla que en la defensa de la propia minería. Lógicamente para el socialismo asturiano, aunque gran parte de las bases y en concreto las cuencas mineras son partidarias del ex secretario general, que salga elegida la andaluza puede suponer una buena ayuda en el futuro. Aquí los veteranos Antonio Trevín y Vicente Alvarez Areces son los principales apoyos de Javier Fernández en esta batalla a la que me refiero. Los principales defensores de Pedro Sánchez son la también veterana María Luisa Carcedo y la joven Adriana Lastra. El caso es que el esfuerzo que está realizando Javier Fernández, con una evidente desatención al gobierno de la región, puede que en su momento, en un futuro no muy lejano, le pase factura como jefe del Ejecutivo asturiano y el PSOE pierda el gobierno del Principado. Para gran contento de la popular Mercedes Fernández, por supuesto.



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