Lo vengo diciendo, la diputada socialista Adriana Lastra, la neña de Ribadesella, otrora el ojito izquierdo de Javier Fernández, tiene su carrera política finiquitada, al menos con el PSOE, y es que hoy ha sido cesada de la comisión permanente del Congreso siendo sustituida por el también diputado Antonio Trevín a quien al paso que va solo le queda llegar a ser alcalde de Oviedo para completar el curriculum más completo de los políticos asturianos en democracia.
Adriana Lastra votó a favor de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy por "imperativo", no legal sino de partido, pero manifestando desde entonces su desacuerdo con la postura oficial del grupo socialista en el Congreso y en concreto con la gestora que encabeza Javier Fernández. Ahora rezuma descontento por la herida y manifiesta que si la actitud de la dirección es querer "coser" el partido y restañar heridas, vaya que si lo hace.
Mientras la gestora y Ferraz dan dolores de cabeza al secretario general de la FSA en Asturias Javier Fernández respira al haber sacado adelante los presupuestos de la región para 2017, eso sí, con el apoyo de parte de la derecha, esto es, de Ciudadanos y Partido Popular. Mercedes Fernández que además de recibir órdenes concretas de Génova es muy lista, nunca lo he negado, apoya de nuevo los presupuestos del PSOE mientras prepara a su partido para hacerse con el gobierno de Asturias a no mucho más tardar.
Ciertamente no ha podido doblegar al gobierno regional en su pretensión de eliminar el impuesto de sucesiones pero al menos lo dulcifica. Las apetencias sociales de Asturias, con una población cada vez más envejecida, hace que casi el 70 por ciento de los más de 4.200 millones de euros de dichos presupuestos sean para atenciones sociales y como nuestra doliente sociedad cada vez exige más y mejores prestaciones, y por tanto más gastos, Javier Fernández no quiere renunciar a ingreso alguno vengan de donde vengan.
Precisamente la semana pasada se reunieron los gasolineros de Asturias con la intención de pedirle al presidente del Principado que elimine el llamado céntimo sanitario (4 céntimos por litro de gasolina) pero saben de antemano que nuestra Administración autonómica les dará calabazas. Y es que los gasolineros se quejan de que están viendo disminuir sus ventas al repostar muchos asturianos en provincias limítrofes donde no hay tal impuesto y por tanto el carburante es más barato.
Desde Sotres mi espía preferida, la XP XIII, me informa que ya han visto rondar por los Picos de Europa a Papa Noél. Ya que no nos trajo el "Gordo" a lo mejor nos trae en el 2017 la variante ferroviaria de Pajares aunque lo pongo en duda. Que Asturias tenga presupuestos el próximo año es bueno, digan lo que digan Podemos, los veo flojos, Foro, que todavía se resiste a perder su independencia, e Izquierda Unida con un Gaspar Llamazares superado por las bases y que incluso ha dejado hoy el testigo de la Junta a la diputada Marisa Ponga para que justificase la oposición de la coalición a la aprobación de los presupuestos. Se nota mucho que Gaspar Llamazares está incómodo con los nuevos vientos que corren por la coalición y no me sorprendería que en breve pusiera en marcha un nuevo y ortodoxo partido de izquierdas en el Principado partiendo de su querida Izquierda Abierta. Es un veterano político que se ha retirado ya de los escenarios de Madrid para refugiarse en Asturias pero por el contrario de lo que hizo en su día Gerardo Iglesias, que se retiró a los cuarteles de invierno, quiere seguir combatiendo a la derecha.