Después del temporal suele venir la calma, la tranquilidad y quizás sea el momento de aclarar, de poner las cosas en su sitio y más en el mundo de la política, de donde tiene que venir la solución o soluciones a nuestros problemas, y es que esa brecha existente entre sociedad y política no es buena para nuestro futuro ni para nuestra nación. Disculpen que prefiera este ´termino al de “país”, que lo considero más hueco, más vacío, y aclaro todo esto porque las palabras también tienen vida, evolucionan, se preñan y se pueden cargan de contenido que nos confunda y eso es algo que yo trato de evitar ,aunque no todos tiene porque compartir mis argumentos .
Dicen que para ser matador de toros se necesita vocación , oficio, arte y que el diestro desde que es niño ya se ve haciendo el paseíllo con su cuadrilla al compás del pasodoble; otro tanto se puede decir del político, en quien se mezcla el sentido de servicio a la comunidad con la vanidad, y ya utiliza el pupitre de la escuela a manera de atril y , papeles en mano, plantea demandas y mejoras a su profesor, protegido por la mirada cómplice de sus compañeros, pero, ” el pero” -término que anticipa contrariedad, desilusión, fracaso o incluso muerte- trae su desenlace y nos dice que un toro mató a un torero en Teruel o que un hotel de Madrid, próximo a las Cortes, fue la última morada, el último cobijo, improvisado, de la exalcaldesa de Valencia antes de partir rumbo al cielo, o al menos yo así lo deseo.
En el caso del torero su adversario fue un morlaco, de nombre “Lorenzo”, como nuestra playa gijonesa; en el caso de la alcaldesa, sus enemigos fueron múltiples: el silencio – el móvil ya no sonaba- la espalda, la tristeza, las críticas mercenarias, la ambición de algunos, la ingratitud de los más...Había muchos lobos a la caza…Lo cierto es que por muy modernos que seamos y por muy informatizados que estemos es evidente la fragilidad del ser humano, su necesidad de cariño, de amor, y es que de tristeza, desilusión, de desencanto también se muere y ejemplos de ellos nos los ofrece la literatura, la vida y el cine a diario. Es la poco denunciada explotación de los sentimientos, epidemia que afecta de muchosindigentes que duermen en nuestras calles.
No voy a reproducir las muchas opiniones vertidas a raíz de su muerte en uno y otro sentido. Os considero personas mayores, reflexivas, y sé que a esta hora cada uno tendrá hecho su dictamen, su balance y mis palabras no van a cambiarlo, ni lo pretenden, aunque esa posibilidad exista. Lo único que buscan es reflexionar sobre el tipo de sociedad y política que nos damos, y es que todos sabemos o ese es mi parecer que el principal activo de una empresa es el material humano y que la productividad va en relación directa con el ambiente trabajo y supongo que lo mismo debería ocurrir en política, y es aquí donde a todos nos entran las dudas y las lógicas preocupaciones cuando se airea el ambiente o ritmo de trabajo de los diferentes grupos políticos, ya sean clásicos o emergentes, y basta para ello fijarse en proyecto y dificultades de Vistalegre II o los desencuentros entre la Gestora del PSOE y los seguidores del Pedro Sánchez; las demás fuerzas políticas preparadas para el combate.
Pero, otra vez el “pero”, la sociedad, el pueblo tiene su respuesta resignada, sabe que esto no es nuevo, y nos dice que “ los amigos en política son como las olas del mar, que van y vienen”, y si esto no fuera suficiente para nuestra resignación, permitidme que utilice la cuota femenina y busque una opinión de autoridad, la de una de esas una mujeres que vivió , soporto y sufrió la política en su grado máximo y que de un día para otro pasó de Primera Dama a viuda de Presidente, me refiero a Jaqueline Kennedy cuando nos alertó con eso de que : “En política no puede ir con zapatos de tacón, todo es barro y zancadillas”.
Mis palabras buscan implorar un “minuto de silencio” para una periodista convertida en política – ambas profesiones hacen uso de la política, unos sin responsabilidad y otras con ella-que diseñó la Valencia del siglo XXI y propulsora del triunfo del PP en toda España. Mis palabras de afecto intentan compensar , en alguna medida la naturalidad, cercanía y cariño que nos trasmitió a todos los congresistas del PP, en su querida Valencia, allá por el año 2.008.Lo mínimo que se le puede y debe pedir a un político es que tenga sentimientos. Las personas de cartón y corazón de piedra ni siquiera sirven para el teatro, pues ni llorar saben. Han sido muchos los que nos hicimos una fotografía con ella. No creo que sea delito. ¡ Descansa en paz!.
José Antonio Noval Cueto.
P.D Permitidme que haga mías estas palabras del periodista Rubén Amón: “Seguro que los cuarenta años de dedicación a la política merecían el epitafio de un minuto de silencio…”