Era la consigna entre los exiliados en la pequeña Habana en el estado de Miami. Hoy, ante esta pantalla de plasma y con la noticia fresca de la muerte de Fidel Castro me resulta incomodo expresar lo que realmente siento. Estuve cinco veces en Cuba, la primera vez en el año 1991 y la ultima en el 2001. Recorrí el país de arriba/abajo. Estuve dos veces detenido. Supongo que los restos del Comandante quedaran bajo el árbol donde reposan los de sus padres en Viran y que un día de mala aventura tuve la mala fortuna de entrar en la finca familiar, de la que a punta de pistola me sacaron de un "carro" alquilado. Me quitaron la cámara de fotos, así que nada queda de aquel encuentro en la provincia del oriente de Cuba (HOLGUIN).
La historia que el propio Fidel Castro dejo por escrito que le absolverá y que del asalto fracasado al cuartel del Moncada y después del desembarco en el Gramma abordo de 82 de personas llego a la isla de Cuba es lo que hoy todos conocemos.
Ha sobrevivido a 11 presidentes de los EEUU. Será una leyenda de todos los tiempos. Luces y sombras, ahora desde el presente nos toca reflexionar lo + y - de un tiempo consumido.
Han pasado 25 años de mi primer encuentro con la "perla del Caribe" y siento la nostalgia de aquel acontecimiento. Mi piel húmeda, aquellas dulces voces, la cortesía. Cuando alguna personalidad de relevancia nos deja y que merezca todos mis respectos, suelo comprar todos los diarios. Hoy, lo he hecho. La última vez, fue cuando nos dejo Gabriel García Márquez. Son como tesoros de papel, ahora que se lleva digitalizar todo. Mis reliquias reposan en un trastero alquilado en el Fontán.
Cuando tenía poco más de treinta años que fue cuando me bebí el primer ron en la Habana en el Floridita, veía las cosas de otra forma. Los años y la misma vida te ponen a la altura de las circunstancias.
Mis opiniones son tan simples que quieren que lleguen a todos sin pretensión alguna. Os diré que tengo un auto/carro que compre en mi último viaje por unos 1.000 euros en la población de Palma Soriano y que una familia cubana me custodia aquella reliquia, el auto es del año 1957 tenemos contacto permanente.
Este año como llevo haciendo todos estos años las postales navideñas tendrán un poco de melancolía. Para aquellos que quieran conocer Cuba a partir de ahora no será lo mismo. La presencia del Comandante era un valor añadido ya no será igual. Cuando me quede libre de las ataduras del Estado y tenga mi pensión de jubilación en mis manos, volveré a pasar un tiempo en el "viejo caimán dormido".
Paradojas de la vida, aquí estamos con el Black Friday y ese día para los cubanos ha sido el Viernes Negro, para la petite Havana fue el viernes dulce. Hay, días para todos los colores. No sé si habrá turrón para todos los cubanos, pero espero que el futuro sea para todos por igual. Sin rencor y con hermanamiento. Se abre un nuevo horizonte y un futuro lleno de oportunidades.