Hasta la derecha tiene que retratarse

Con los tiempos que corren hasta la derecha tiene que retratarse en la calle. En Oviedo a año y medio desde que el tripartito izquierdoso gobierna en el ayuntamiento le toca el turno de protestar. Y lo hará con el nuevo Agustín Iglesias Caunedo al frente, casi 30 kilos adelgazados para un nuevo look, quien supongo leerá en nombre de los concentrados el manifiesto que ya anda circulando por la ciudad. Ya no se trata de entrar por la puerta principal del teatro con estolas de visón y smoquings sino de abuchear al tripartito municipal por lo que consideran pasos atrás en la promoción cultural de Oviedo.

La supresión de los premios de la lírica y el recorte a la subvención de los premios Princesa de Asturias es el motivo. Ciertamente los actuales responsables del gobierno municipal ovetense no son simpáticos pero hay que reconocer que se han encontrado con importantes marrones para gestionar la ciudad. Casi 300.000 euros para una jornada lírica me parecen muchos euros y la subvención a los premios, mas que justificada, choca con la racanería de las entidades privadas que patrocinan los mismos, recortando como están a la chita callando las cantidades que aportan pero sacando pecho en los periódicos y ante la Casa Real, mucho más que las instituciones públicas.

Dado lo endeble de nuestra sociedad y la poca fuerza que tiene nuestra autonomía la iniciativa privada suele echarse para atrás a la hora de apuntalar con sus euros determinados acontecimientos destinados a mayor gloria de Asturias. La pérdida de la Caja de Ahorros, convertida en un mal banco privado, ajeno por completo a los intereses del Principado, la ausencia de una banca regional, el débil tejido industrial y la crisis que aún sufrimos en el sector servicios hace que cualquier iniciativa que necesite subvenciones solo tenga las públicas y éstas cada vez son más escasas. Ahí tenemos, por ejemplo, el festival de cine de Gijón al que de tanto recortar el traje va a quedarle como de primera comunión. En todo caso me gustará ver cuantos ciudadanos acuden el lunes a la concentración frente al Teatro Campoamor. Puede ser un gesto importante de protesta civilizada que no solo la izquierda tiene derecho a ello.

Por cierto, el Real Oviedo es otro ejemplo de la incapacidad de la sociedad local para mantener su supervivencia. Si no es por el grupo mexicano CARSO hace cuatro años ¿Dónde estaría ahora nuestro club?. El aficionado de a pié tiene poca capacidad para financiar un club con aspiraciones. Sectores como la hostelería, que se benefician, como ocurre con el Sporting de Gijón, de que el equipo esté en lo más alto, sus aportaciones a los mismos siempre han sido cicateras. De los hoteles y el comercio, para qué les voy a hablar.

En otro orden, el político, Javier Fernández, a quien cada día que pasa se le acentúan más las ojeras, lucha contra reloj porque Asturias tenga presupuestos. Incluso hoy sábado se reúne con Foro. Ya lo hizo ayer con Podemos, con un Emilio León que se mostró menos belicoso que en otras ocasiones pero las posturas continúan lejanas. Lo cierto es que la deuda, tanto en el Principado como en el ayuntamiento de Oviedo, se lleva la mejor tajada del presupuesto y para cuadrar las cuentas no queda más remedio que seguir endeudándose. Menos mal que PSOE y PP se ponen de acuerdo en algo, en proponer el mismo candidato para la Fundación Cajastur, accionista mayoritaria de Liberbank, que preside un hombre de confianza de Manuel Menéndez, el prejubilado bancario César Claverol. Será el catedrático y ex presidente del CES Jaime Montalvo, que después de muchos años vuelve a parecer sorpresivamente en la vida asturiana, quien ocupe el puesto que corresponde a la Junta General del Principado. Podemos tenía otro candidato que se ha quedado con un palmo en las narices. Jaime Montalvo fue uno de los padres del estatuto de autonomía del Principado. Persona social y muy dialogante al final Madrid le engulló como a tantos políticos cuneros. Con que vigile que no nos birlen la Fundación Cajastur me doy por satisfecho.

En la AMSO masiva reunión de los críticos con las defenestradas María Luisa Carcedo y Adriana Lastra en primera fila. Por supuesto el jefe Javier Fernández descansaba en su chalet de Somió. La voz de las bases socialistas va increscendo: Primarias y congreso en primavera que Pedro Sánchez no puede esperar más.



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