Que el mundo está revuelto no cabe duda. Y no lo digo solo por lo de Donald Trump. Hasta el arzobispo de Oviedo, Jesús Montes, va a tener que sentarse en el banquillo de los acusados, denunciado por monjas del Lumen Dei por vender su patrimonio sin permiso. El, que hasta bien entrado en años fue bancario de Caja Madrid.
A todo esto tanto Mariano Rajoy como Javier Fernández lo tienen crudo para sacar adelante los presupuestos de la nación y de Asturias para el 2017. El restaurador José Luis Alvarez Almeida será reelegido de nuevo presidente de la patronal hostelera y hostelera y es que nadie quiere bajarse de la piragua.
Con un acusado sentido del protagonismo el sector espera de él más efectividad para este mandato. La falta de formación en muchos de los empleados, las deficiencias en salubridad y atención de muchos establecimientos y los elevados precios hace que puedan estar matando la gallina de los huevos de oro. La hostelería debe hacer un esfuerzo para aprovechar el tirón turístico que tiene Asturias y que prácticamente alcanza el 10 por ciento de su Producto Interior Bruto. Otra patronal que se renovará dentro de unos meses es la Confederación Asturiana de la Construcción. Su director en los últimos diez años, el competente abogado Daniel García-Balbín ha dejado voluntariamente el cargo para abrir despacho en la capital. Al frente de la CAC está el veterano Serafín Abilio Martínez que probablemente no se presente a la reelección. La construcción fue, sin duda, el sector más castigado años atrás por la crisis pero tengo la impresión que comienza a remontar aunque falta que la obra pública se revitalice de nuevo por lo que vendría muy bien se aprobaran los presupuestos.
Hay que reconocer que con la evolución de los acontecimientos en nuestra sociedad cambiante el papel de la patronal y los sindicatos está perdiendo protagonismo y pienso que no es bueno. En esas organizaciones como en otras muchas faltan líderes, dirigentes modernos que contribuyan a revalorizar el papel de nuestra autonomía en el concierto nacional.
Hace unos días anduve por las Rías Bajas gallegas y pese a no ser época turística siempre me sorprende el dinamismo de sus localidades. Como suelo hacer cada año remato en Santiago de Compostela, antes de que cierren el pórtico del peregrino hasta el 2021. Coincido en Casa con Alberto Nuñez Feijoo quien será, sin duda alguna, el futuro presidente del Partido Popular a nivel nacional como lo será en el PSOE Susana Díaz. Varios autobuses con peregrinos portugueses, otro cargado de chinos el apóstol Santiago es un gran faro turístico y religioso para la querida Galicia. Cada vez que vengo a la autonomía prima hermana tengo la sensación de ver por sus calles a muchas más parejas jóvenes, con hijos pequeños, que en Asturias. Oviedo mismo va camino de convertirse en un gran geriátrico.
De la actualidad de estos días solo destaco como positivo la firme apuesta del multimillonario Carlos Slim, quien por cierto no puede ver a Donald Trump ni en pintura, por el Real Oviedo ya que en la próxima junta general de accionistas, antes de fin de año, acudirá de nuevo a una ampliación de capital del orden de los tres millones de euros lo que pondrá el 75 por ciento del capital del club en sus manos. Y es que el financiero mexicano nunca olvidará el cariño y el respeto con que no solo la afición sino la población entera le obsequió en su visita a Oviedo. Eso de pasear sin guardaespaldas por las calles besando niños y saludando a ciudadanos de a pie que le expresaban su agradecimiento por salvar al Real Oviedo lo llevará siempre y muy profundo en el corazón
