Quiebra de confianza

Afirman los socialistas de la Primera División española -los que promovieron un golpe de estado interno para echar al hasta entonces Secretario General, Pedro Sanchez- que van a apoyar, mediante la abstención, la investidura del candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno por razones de Estado y de interés nacional.
Después de 300 días con un Gobierno en funciones y gracias a la irrupción de la caballería -de los poderes fácticos y los intereses más espurios-, encabezada por el consejero eléctrico y autor de las cartas del Sudan, Felipe González, los socialistas de la Primera División española consideraron que era mejor abandonar sus principios y sus promesas electorales que enfrentarse a unas terceras y democráticas elecciones generales.
La absolución sacramental de todos los pecados de Mariano Rajoy y su equipo (corrupción generalizada, recortes, reforma laboral, precariedad social, desigualdad, mentiras y más mentiras) por parte de los guardianes de la pureza socialista favorecerá, en la tarde de hoy, tanto un nuevo mandato de la formación ultra conservadora como una quiebra de confianza en los principios del Partido Socialista Obrero Español.
Habrá que confiar que algunos diputados aún mantengan su dignidad.



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