Jamás se le pasó por la cabeza al fotofóbico presidente del Principado Javier Fernández ser, como está siendo, objeto de seguimiento por cámaras y fotógrafos amén de plumillas. Pero por gracia de Susana Díaz le ha tocado en suerte presidir la gestora de su partido, el PSOE, inevitablemente roto, en un intento de que el grupo socialista en el Congreso se abstenga en la investidura de Mariano Rajoy y así éste se convierta en jefe del Ejecutivo para los próximos cuatro años.
Pero no le está resultando fácil el empeño coordinador. Hay barones, como el catalán, y baronesas, como la de Baleares, que no tragan y siguen apostando por el "no es no"". O sea que no descarto que los Estados Unidos de América tengan nuevo presidente antes que en España. Las elecciones en USA serán el 8 de noviembre con unas encuestas que dan como clara favorita a Hilary Clinton. Una vez que una persona de color ha sido presidente al rizo de la democracia americana solo le falta que una mujer quien ocupe el despacho oval de la Casa Blanca. De todas las maneras resulta curioso como en una sociedad tan avanzada como la suya un personaje como Donald Trump se haya postulado como candidato por el Partido Republicano. Es el poder dinero mientras en el Parido Demócrata el poder es el de las familias de la política. ¡Miren que no habrá ciudadanos preparados, sensatos y jóvenes en USA para coger la máxima rienda del país!. Hasta un mal actor como Ronald Reagan llegó a la cúspide del poder político estadounidense.
Aquí, por el contrario, el poder del dinero y también el político, suelen estar ocultos y utilizan peones para intentar convencer al personal de a pié. Con un Estado mucho más intervencionista que el americano España se resiste a renovar sus estructuras administrativas que nutriéndose de nuestros bolsillos vía impuestos paga excelentes sueldos a los políticos de turno sin importar que las necesidades de la sociedad civil, y también de la militar, estén al descubierto. Asturias es un buen ejemplo con una nueva variante ferroviaria paralizada para vergenza de nuestros dirigentes, un campo en decadencia, una minería al borde de la muerte, y una población envejecida que inexorablemente disminuye cada año mientras muchos de nuestros jóvenes, principalmente universitarios, hacen las maletas en busca de oportunidades por esos mundos de dios, Australia incluida.
¿Ha perdido raza Asturias?. Pues sí. El peso de su envejecida población, de sus 300.000 jubilados, de los casi 90.000 parados, de la ausencia de líderes en una España de autonomías variopintas y cada vez menos cohesionadas, hace que el futuro lo tengamos muy gris, tirando a negro. Un político de raza se hubiera negado a beber del cáliz de la gestora y no desatender sus obligaciones como presidente del Principado o, mejor, hubiera dimitido del cargo de jefe del Ejecutivo regional. Entre tanto, la nueva expresión de la izquierda española y asturiana, Podemos, toma posiciones. Nutridos por gente joven, universitaria y radical, tienen el tractivo que en su día tuvo el PSOE y ahora perdió.
Con tiempo aún para comer el desarme los Reyes de España estarán en Asturias la próxima semana para la entrega de los premios que llevan el título de su hija, la Princesa de Asturias. Visita a Los Oscos, a tres concejos a falta de uno, que acaban de ser elegidos pueblos ejemplares. Ejemplares, sí, pero olvidados también. Los buenos intentos que en su día, allá por los 80, aplicó a la zona el entonces presidente Pedro de Silva quedaron en pólvora mojada. Triste suerte la nuestra.
