En cierto modo Podemos parece tener razón cuando critica a Javier Fernández por desatender la gobernalidad de Asturias por culpa de su presidencia de la gestora de su partido en un intento, cada día se me antoja más difícil, de cohesionar el grupo parlamentario así como las bases del propio partido para elevar con la abstención de nuevo otros cuatro años a Mariano Rajoy al altar de la Moncloa.
Y es que con la benevolencia del Partido Popular en la Junta General del Principado, a través de la hoy por hoy blanda dirigente Mercedes Fernández, se ha decidido retrasar el debate del estado de la región que pasa de la ultima semana de octubre a las primeras fechas de noviembre. Tampoco se le harán preguntas esta temporada en el hemiciclo asturiano al jefe del Ejecutivo no vaya a ser que se descentre del nuevo y complejo cometido que le ha tocado en suerte por culpa de la dimisión de Pedro Sánchez y de la ambición de la baronesa andaluza Susana Díaz.
Aunque tímidamente en principio Javier Fernández y la gestora que encabeza han comenzado a mover fichas y su colega, el ex presidente del Principado y senador Vicente Alvarez Areces es desde ya portavoz del grupo socialista en el Senado. Partidario de la abstención respecto a la investidura de Mariano Rajoy como jefe del gobierno de España para el veterano político gijonés seguro que es una satisfacción este cargo, más de prestigio que de poder efectivo. Queda por ver, eso sí, los círculos concéntricos que en torno a su figura política se producirán dentro de unas fechas cuando se haga publica la sentencia sobre el caso "Marea", la mayor trama de corrupción en democracia en nuestra comunidad siendo Alvarez Areces presidente del Principado y con el ex consejero de Educación, Jose Luis Iglesias Riopedre, junto con otros cargos políticos, funcionarios y empresarios, ya juzgado y, como digo, a la espera de sentencia. Cuando ocurra a ver que espacio dedican a la noticia los medios de comunicación nacionales.
En cuanto al Congreso la gestora socialista aun no ha movido ficha pero lo hará en breve. Miren que si el nuevo portavoz es Antonio Trevín Los tertulianos sabiondos de la capital de España apuestan sin embargo por el que fuera contrincante de Pedro Sánchez para la secretaria general, el vasco Eduardo Madina. Salvo que explote el nuevo PSOE este chico contará y mucho en la futura saga de dirigentes. Ah, y Patxi López, portavoz del PSOE en Bruselas.
Aquí, en Asturias, la asamblea de Gijón, la más importante de la Federación Socialista Asturiana (FSA) se pronunció en mayoría contra la abstención que propone Javier Fernández. En concreto la diputada María Luisa Carcedo fue tan dura y explosiva como el catalán Miguel Iceta en su intervención contra la posibilidad de favorecer con la abstención la elección de Mariano Rajoy. Segun mi espía preferida, la XP XIII, la diputada Carcedo está al borde de un ataque de nervios. Veremos a ver al final vota en contra o se abstiene. La cabeza de lista de los socialistas asturianos, la riosellana Adriana Lastra, también es sanchista y tampoco quiere oír hablar de abstenciones.
De un tiempo para acá el PSOE da la sensación de que se le ha pasado el arroz, habiendo perdido el contacto con las bases, principalmente la gente joven, quedando ahora menos de doscientos mil militantes, en su mayoría de 50 años para arriba y pensionistas. El mal arranque de José Luis Rodríguez Zapatero, el poco entusiasmo de Alfredo Pérez Rubalcaba, la falta de valentía de Pedro Sánchezy otras circunstancias como la propia pre potencia del Partido Popular con su mayoría absoluta, propiciaron, no les queda duda, el nacimiento de Podemos y sus confluencias y con ello, más el también nuevo partido de guante blanco nacido en Cataluña, Ciudadanos, y el surgimiento de determinados partidos independentistas en las comunidades mal llamadas históricas, han propiciado la compleja situación en que se encuentran nuestras instituciones estatales.
O sea, no descarto que antes haya elecciones presidenciales en los Estados Unidos, el próximo 8 de noviembre, que en España. Para nosotros sería un turrón muy duro de digerir.