Todo ser pensante intenta conocer y abarcar la realidad o al menos su realidad, aun sabiendo que según pasan los años vemos que hay tantas realidades como personas y que la misma cambia según la edad, pues no la vemos igual en la primavera de la vida que en el invierno , y digo todo esto en pleno otoño, a las puertas de octubre, cuando la naturaleza empieza a desnudarse y sus colores se suavizan y difuminan.
Cada vez soy más consciente de la importancia de la palabra escrita y es que dada la presión ambiental cada vez es más difícil reflejar lo que el pueblo vive, siente y más aún respetarlo, y el mejor ejemplo lo tenemos elección tras elección, donde lo que pueblo expresa en las urnas es un mero pretextoen la lucha por el poder, y donde se llega a justificar lo más aberrante e irracional siempre que a uno le beneficie, aunque sea una falta de respeto al pueblo y a su inteligencia. Así algún osado plumífero o intelectual vaporoso ha llegado a pedir la cabeza de Rajoy para desbloquear la situación, cuando ha sido el único candidato que en segunda vuelta sube en votos y diputados. ¿Vergüenza? Ninguna. ¡Atentados intelectuales los que sean necesarios! ¡Todo sea por el poder!
Estamos en octubre y en Lugo se celebran las grandes fiestas de San Froilán, patrono de la ciudad, que se inician el 5 de octubre y concluyen el día 14. Fiesta declarada de interés turístico regional , exquisito pulpo “ a feira”, buenos vinos, muchos visitantes y concierto de Melendi para terminar las fiestas.Mientras llegan, hace unos días, Javier Neira me sorprendió en una de sus punzantes columnas al recordar , de manera breve y precisa, uno de los mayores atracos cometidos en España y que a día de hoy no tiene culpables , arrepentidos y menos intención de devolver lo robado, aunque ya no se atenúe la pena, y se refería a la salida del oro del Banco de España en plena Guerra Civil. De momento nadie ha interpuesto una querella para que los hechos se esclarezcan. Siempre que llega San Froilán me viene a la cabeza uno de los sucesos más trágicos de la historia asturiana del siglo XX: La revolución de Octubre de 1.934 y en este momento por partida doble. Primero porque se da la coincidencia que en la madrugada del día 5 de octubre, festividad de San Froilán, se inicia la Huelga General revolucionaria que daría origen a la Revolución asturiana del 34, y en segundo lugar porque , según testigos de la época, uno de los fallecidos en el asalto al cuartel de Nava era vecino de Siero y se llamaba Froilán.
Lejos de mi valorar hechos relativamente recientes que aún generan dificultades a los expertos en busca de la deseable objetividad, pero sí quiero convertir en letra algunos de testimonios de nuestros mayores que pueden esclarecer más la situación. Así mi vecino Enrique al narrarme sus vivencias revolucionarias se lamentaba que Cataluña incumpliera lo pactado y dejara sola a Asturias …si hubiera colaborado … otro gallo cantaría… Desconozco si la queja tiene o no fundamento, pero lo que sí sé es que en el discurso de Belarmino Tomás a sus seguidores dice: “¡Camaradas!...Todo lo que podemos decir es que en el resto de las provincias de España los trabajadores no han salido a cumplir con su deber y no nos han ayudado…”. Las consecuencias de la misma son de todos conocidas, así según el historiadorHugt Tomas, casi dos mil muertos, decenas de miles de prisioneros, despidos…hambre, dolor, pero con toda la gravedad que dan estas cifras, ha sido el relato de un niño de entonces quien me ha hecho ver la magnitud de las hechos y las situaciones de penuria que asolaban a la población asturiana, española, donde la desesperación llevaba a uno a apuntarse a la revuelta, a la montonera, y en menos de veinticuatro horas se pasaba de una mísera vida a la muerte. Aún resuenan en la quintana los lamentos de la viuda y sus hijos ante el cadáver , ayer lozano y esperanzado , hoy mustio e inerte de su marido y padre . Testimonios como éste llevan a plantearme la pregunta de cuál es el comportamiento de cierta clase política catalana con España ochenta y dos años después... Dejo la respuesta a criterio del lector.
¡Que páginas tan trágicas de la Historia de España no se repitan!Lo mínimo que debemos pedir y reclamar es la dignificación de la política, el derecho a la verdad y la honestidad personal e intelectual. Todos tenemos la obligación de construir un futuro decente y mejor.