Puñalada a las pensiones

Las pensiones tal y como las conocemos hoy tienen los días contados. Las aseguradoras, las entidades financieras, los especuladores de los mercados están frotándose la manos. Y en esta ocasión el premio gordo no les llegó ni por medio de los lobbys de economistas desinteresados ni por medio de los gurús de la City londinense o de los de Wall Street. Quienes acaban de dar la última puñalada a las pensiones han sido los miembros de la comunidad científica.
Un equipo de científicos de la Universidad de California, El Instituto Max Planck para la Investigación Demográfica y la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York, publicaron recientemente en la revista "Nature" un trabajo en el que fijan, en el entorno de los 125 años, el máximo natural para la vida de los humanos. Sobre esos 125 años se produciría la muerte biológica que es consecuencia de la propia involución corporal y no consecuencia de las enfermedades.
¿Qué sistema estatal de pensiones puede aguantar a un beneficiario 125 años?. Ninguno. Con este panorama no va a quedar otra salida que la de retrasar la edad de jubilación a los 115 años y exigir, para poder cobrar la prestación, un mínimo de 80 años cotizados. Aún así no podríamos afirmar que el sistema fuera sostenible.
Otra alternativa, que cada día y con las últimas noticias científicas cobra más fuerza, es la de abrir -recién hecha la primera comunión- un plan de pensiones privado, contratarlo en un banco o en una aseguradora, y poder rescatarlo una vez cumplamos los 115 años coincidiendo con la jubilación.
Nuestro estado de bienestar, nuestro futuro y el futuro de nuestras hijos está en juego. No deberíamos tomar a broma el trabajo publicado en la revista "Nature". Si esto de la vida va a llegar a los 125 años que menos que llegar con una pensión digna. A final de año, al cierre del ejercicio, veremos,, sin duda, como los consejos de administración de la empresas del Ibex ajustan la dotación a los planes de pensiones y a las indemnizaciones de sus directivos para que puedan llegar sin agobios a esos 125 años.

Deberíamos tomar ejemplo..



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