Foro está de fiesta y su presidenta, la abogada Cristina Coto de enhorabuena. Y es que mañana, en el Club de Regatas de Gijón, celebrará su boda con quien ha sido su novio en los últimos años, el mierense José Bernardo Pino.
Mi espía preferida, la XP XIII, me informa que los novios ya han contraído matrimonio por lo civil ante notario en la más estricta intimidad y que mañana en la villa de Jovellanos celebrarán la fiesta con un centenar de invitados entre los que, por supuesto, estará el fundador del partido Francisco Alvarez-Cascos y la alcaldesa Carmen Moriyón de la que muchos esperaban fuera la oficiante del casorio pero que políticamente, la verdad, a lo largo de esta legislatura ha tenido sus más y sus menos con Cristina Coto.
La presidenta de Foro y diputada regional tiene 46 años y es natural de Sotrondio; su marido, José Bernardo Pino, nació en Mieres, tiene 60 años y ha sido un destacado conductor de rallys en su juventud. El primer lo ganó en 1980, especializándose en la década de los 70 en artículos sobre automovilismo e iniciando sus colaboraciones periodísticas en Asturias Semanal para en años posteriores hacerse cargo de las páginas de este sector en La Nueva España.
Cristina Coto es, sin duda alguna, la política asturiana más telegénica, con un buen pico como parlamentaria y la justa dosis de mala leche. En estos momento está considerada como el principal azote de Javier Fernández y el grupo socialista en la Junta General del Principado. Persona de absoluta confianza, políticamente hablando, de Francisco Alvarez-Cascos, creo que va a ser pieza clave no ya en el acercamiento de Foro al PP sino en su próxima absorción de tal manera que de ocurrir la misma Cristina Coto puede ser muy bien, y sería bueno para la derecha asturiana, la futura sucesora de Mercedes Fernández como presidenta en el Principado de un único partido de derechas verdaderamente representativo, el Popular.
A la velocidad como van los acontecimientos políticos en nuestro país, la grave crisis del PSOE y el miedo general a que Podemos, que ya se ha merendado por la izquierda a IU, de el sorpasso definitivo y llegue el momento en que tomen La Moncloa, la derecha tiene que agilizar su actuación bajo el mando de un Mariano Rajoy que aún tiene cuerda puesto que va a lograr dentro de unos días ser de nuevo investido como presidente del gobierno. Cristina Coto encaja en esa nueva generación de la derecha que en estos momentos encabeza Alberto Nuñez Feijoo. Política profesional y con una cierta preparación jurídica, quedan ya lejanos sus tiempos de profesora ayudante en la facultad en lo que soñaba con convertirse en autora de libros de historia. Cristina Coto representa para la derecha asturiana, que tal como van las cosas puede alzarse con el gobierno de Asturias en breve, una apuesta de futuro nada desdeñable con un mentor veterano detrás, como Francisco Alvarez-Cascos, y unos colaboradores que pese a las dificultades están logrando mantener a Foro vivo aún en nuestra región.
Pero que no se duerman en los laureles. A partir de hoy Cristina Coto asienta su vida personal, por lo que la felicito, pero políticamente le queda aún una dura batalla que librar. Sola con Foro poco podrá ganar; integrándose en el PP el futuro es mucho más interesante y hasta a Javier Fernández le subiría la tensión arterial ante tal posibilidad.
Mañana dejemos la política aparcada y a celebrar la boda. O sea, Cristina y José, ser felices y si podéis comer perdices, mejor que mejor.