Nadie de los nobles del Partido Socialista Obrero Español -los mismos que acaban de dar un "golpe de estado" fallido- llegaron a pensar que, mañana sábado, precisamente el Secretario General, Pedro Sánchez -a quien pretendieron derrocar- presidiría el Comité Federal Extraordinario.
Tanto es así, que la revuelta de los barones socialístas encabezada por la vizcondesa andaluza, Susana Díaz, había dado por hecho que, liquidado políticamentePedro Sánchez, la vizcondesa daría un paso adelante una vez concluido, en la tarde de ayer, el Comité Director del PSOE de Andalucía.
Es evidente que, con Pedro Sánchez en su sitio, el pretendido "sorpasso" interno no se pudo producir. Al menos por el momento. Susana Díaz, de forma sibilina, tuvo que cambiar claramente los términos de la intervención ante sus seguidores y ante los medios de comunicación allí presentes.
Dijo la vizcondesa andaluza que los socialistas estaban "preocupados, desconcertados y tristes", y que habían convocado el Comité Director para "hacer un análisis compartido de lo que está sucediendo" y "el por qué hemos llegado hasta aquí".
Una vez en este punto quisiera rescatar un artículo que escribí en este mismo medio el 17 de Diciembre de 2014, recién nombrado Pedro Sánchez como Secretario General del PSOE y ya con la vizcondesa y sus acérrimos barones empleándose a fondo, tijera en mano contra su Secretario, para romper la pieza de tela socialista que ahora "la salvaora" pretende coser. Titulaba el artículo "Susana y el tren" y decía:
"Susana Díaz -que no cogió el tren a la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español porque en aquel momento le pareció que el precio del billete podía salírle caro y prefirió habilidosamente que otro subiera al vagón- comienza a dar señales de que su puesto en Andalucía ya le parece pequeño.
Auguro un mal futuro al Partido Socialista, de cara a las ya próximas elecciones municipales y autonómicas y un poco más lejanas la generales, cuando alguien, que sabe el peso de su federación (la andaluza) con respecto al resto de las federaciones, inicia confusas maniobras y declaraciones con el objeto de entorpecer la labor de un equipo recientemente elegido y al que, en un principio, debiera absoluta fidelidad.
El tiempo nos dirá si la inquieta Susana Díaz se conforma con ver pasar otro tren o ya, con tiempo, esta trasladando sus maletas al andén de las grandes aspiraciones."
Ya ven ustedes. Casi acierto. ¿O acerté?
El Partido Socialista Obrero Español está en donde está porque lleva años desconectado tanto de sus propias ideas como de la masa social a la que pretende representar. El Secretario General actual, Pedro Sánchez, es con toda seguridad el último culpable de la situación de la formación, y el menos culpable de la sangría de simpatizantes y de votantes. Llegó a la Secretaria y no solo se tuvo que enfrentar, en condiciones extremas, a situaciones heredadas y a sus adversarios políticos externos; sino que también, desde el principio, tuvo que cuidar sus espaldas de los constantes manejos internos de la propia nobleza socialista (la misma que va a reventar el Partido) encabezada por la vizcondesa, Susana Díaz, y su cuadrilla de servidores barones.