A los 160.000 militantes que tiene el PSOE en España les va a tocar comer estas navidades turrón del duro, primero con la celebración de un congreso extraordinario en la primera semana de diciembre, compromiso que el controvertido Pedro Sánchez intentará arrancar el próximo sábado al comité federal además, si lo consigue, celebrar el 23 de octubre las obligatorias primarias cara al citado congreso, y luego, de nuevo, elecciones generales el día 18 de diciembre, ya veremos con quien al frente de la candidatura socialista.
No niego decisión en la adversidad a Pedro Sánchez pero, la verdad, me parece que está perdiendo los papeles producto por un lado de los malos resultados electorales y de la presión por otro de Podemos que al ver el guirigay que hay en el PSOE y la fragilidad de su secretario general fuerzan la situación para tratar de conseguir un gobierno de izquierdas en el que ellos, los de Pablo Iglesias, obtengan, por lo menos, la vicepresidencia del gobierno de la nación. El primer apunte de esa presión ha ocurrido hoy mismo con la ruptura del pacto de gobierno autonómico en Castilla La Mancha donde el socialista García Page gobernaba con el apoyo de los podemitas..
Por si fuera poco la dirección de Podemos avisa al PSOE de que los pactos en Extramadura y Aragón están también en revisión. En el caso de Asturias si la cuerda socialista sigue tensándose Javier Fernández puede tener inviable sacar adelante los nuevos presupuestos regionales salvo que el PP de Mercedes Fernández le de oxigeno. Claro que para ello el PSOE tendría que retirar el tajante y permanente "no" a la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de la nación. Lo cierto es que a Javier Fernández, más bien alineado con los barones críticos a Pedro Sánchez, le espera un octubre tenso e intenso. El sábado, reunión en Madrid del comité federal. El día 23, inmediatamente después de la presencia de los Reyes de España en nuestra región, primarias en su partido, y a la siguiente semana, la última de mes, debate del estado de la región en la Junta General del Principado. Adelgazará, sin duda algún, nuestro veterano presidente mientras los crónicos problemas de esta decadente Asturias continuarán sobre la mesa son resolver.
Lo cierto es que solo un golpe de timón de los barones socialistas podría sacar a España del atolladero en que nos encontramos, pero no me fío mucho de ellos, suelen amagar y a la hora de la verdad esconden la cabeza debajo del ala, incluida Susana Díaz la que, ciertamente, lidera el descontento de su partido hacia Pedro Sánchez. Este confía en ponerles firmes para las primarias y confía, por supuesto, en el apoyo de las bases a su figura y a su gestión. Vende meterse contra Mariano Rajoy y con el PP en esa base socialista en mi opinión bastante obsoleta y alejada de la realidad española. Aquí mismo, en Asturias, no se entiende que una jovencita como Adriana Lastra, con un flojo curriculum personal, sea número uno de la candidatura socialista al Congreso, y un veterano como Antonio Trevín vaya de dos, cuando el maestro de Avilés tiene uno de los curriculums más importantes de la política asturiana en democracia: Dos veces alcalde de Llanes, presidente del Principado, delegado del Gobierno
Lo dicho, en cuanto a votos el PSOE está en caída libre en toda elección a la que se presente y el fotogénico secretario general ha empezado a luchar con uñas y dientes para que no le defenestren. Claro que si se echa en manos de Podemos no quedará de él ni los huesos.