Un amigo comunicólogo me comenta que cada día le resulta más difícil escribir ante la atonía general que sufrimos y la falta de garra de nuestros políticos enrocados en sus intereses personales y nada patrióticos. Debe tener razón porque el panorama periodístico cada vez es más desolador.
El caso es que las elecciones en Galicia y el País Vasco están a la vuelta de la esquina, el próximo domingo, y al decir de los expertos ya está todo el pescado vendido. En Galicia seguro que estas elecciones van a suponer la consolidación del nuevo líder de la derecha española, Alberto Nuñez Feijoo que a sus 55 años va a ser padre primerizo. Su novia, de 51 años, es una destacada ejecutiva del imperio de Amancio Ortega. Ayer vi unas declaraciones suyas en televisión que me sorprendieron y gustaron: Aquí, vino a decir, no estamos para defender a los partidos políticos, lo primero es Galicia. Si Feijoo revalida el domingo su mayoría absoluta habrá obtenido, quiera o no, un billete en primera clase para Madrid a su debido tiempo. Le pasa lo mismo que a la presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz. Con EREs o sin EREs es la única que brilla en el firmamento socialista y por tanto, dado que además aún está en edad de merecer, terminará a la larga ocupando el principal despacho de la sede socialista en la madrileña calle de Ferraz.
Al PSOE los analistas auguran muy malos resultados tanto en Galicia como en el País Vasco lo que puede ser el primer descabello a Pedro Sánchez que ahora suplica a Podemos y a Ciudadanos que le aúpen a la presidencia del gobierno de la nación. Manda huevos que dijo en su día el aún embajador en Londres Federico Trillo. Y es que hasta el oportunista diputado Antonio Trevín se suma al coro de voces en su partido que piden evitar unas terceras elecciones y reunir al comité federal. Y es que quitar a Mariano Rajoy de candidato del PP a la presidencia de gobierno no es posible, tiene la mayoría de los votos de los ciudadanos, salvo que él mismo tirase la toalla, lo que parece poco probable. Además, como no hay otro líder en la derecha, sería prematuro que Feijoo dejase ya la presidencia del gobierno gallego, nada más volver a ganar por mayoría absoluta.
Oviedo está inmerso en la semana grande de las fiestas de San Mateo. Dado que en la plaza de la catedral este año las actuaciones no son "estrellas" hay gente pero sin llegar al lleno. Lo mismo ocurrió con el pregón del alcalde de Santiago de Compostela. Como el tiempo colabora, mal que le pese al Oviedín del alma, con el tripartito, esta tarde se calcula que más de 200.000 personas asistirán al desfile de carrozas del Día de América. Habrá una dedicada a la étnica gitana, que aplaudo y me sumo a la petición de la Sociedad Ovetense de Festejos, éste Javier Batalla es un fenómeno, de que el ayuntamiento nombre al gran Tino Casal, desaparecido lamentablemente en un accidente de carretera hace años, hijo predilecto de la ciudad. Este año falta en la programación, su caché es muy alto para "Rivi", nuestro artista más internacional, Melendi. No hace mucho en Vegadeo rompió los esquemas. Los asturianos el próximo domingo, en vez de acudir a las urnas como los gallegos y vascos, iremos al Cristo de las Cadenas para clausurar este San Mateo sin barracas con la llegada de un otoño, el próximo jueves, que esperemos traiga la solución a los problemas de gobernabilidad de España. De señalar un pero diría que son estas unas fiestas demasiado centralizadas en torno a la plaza de la Escandalera. Me resulta raro que el tripartito no programe actuaciones por los barrios pero los chiringuitos tiran mucho y nada mejor con buen tiempo que tomarse un mojito en El Rincón Cubano a la salud del concejal de Cultura.