Tres décadas por Santa Apolonia

El domingo, cumpliendo un rito de hace treinta años, acudí un año más a Cuturrasu, bello pueblo de Langreo en lo alto de Lada, para celebrar con mis amigos de la antigua comisión de festejos la reunión en honor de Santa Apolonia, la patrona de la localidad y bajo cuyo manto durante años se celebraron unas muy buenas fiestas.

Con el paso de los años han comenzado a faltar muchos de los miembros de la comisión e incluso desde hace tres años, por aquello de la crisis, ya no se celebra tan tradicional fiesta en este pueblo minero ganadero cuyo centenar de vecinos, por supuesto, es longevo como el que más. Sin embargo hay esperanza en el mismo de que el próximo año Cuturrasu vuelva a tener fiestas propias y la música resuene de nuevo en el campo de la romería como antaño donde atracciones de primer orden llevaron a este alto miles de personas.

Últimamente el día de Santa Apolonia ya solo solemos reunirnos a comer el gran José Pin, toda una eminencia en Langreo, y Senen quien fabrica una sidra en casa para chuparse los dedos. Nos falta aquel gran minero del pozo Fondón, Plácido, fallecido hace dos años y nunca recuperado del todo de un grave accidente ocurrido en la mina.

En esta ocasión saludé también a quien durante años fue presidente de la comisión de festejos, Ramón, empresario hoy jubilado, y a Marta, actual directora de uno de los institutos de La Felguera y de la que conservo en casa como oro en paño un cuadro que hace, sí, treinta años, me pintó y que es como el de Dorian Grey pero al revés. Cada vez me veo más joven en el cuadro y mas viejo en la realidad. Por supuesto, son los inexorables años. Otro excelente directivo fue "Patata", también jubilado de Duro Felguera, todo un fenómeno en la sección de montajes, y a quien le va la marcha festiva como el que más.

Mi relación con Cuturrasu y sus gentes se inició como digo hace treinta años con motivo de una carta de protesta que la entonces comisión de festejos me envió a la redacción de La Voz de Asturias quejándose por la poca atención que el entonces corresponsal en la zona, mi apreciado Gabino Povedano, tenía con las fiestas de este pueblo y que en aquella ocasión era estrella principal un Manolo Escobar en plena forma que reunió en aquella ocasión a más de cinco mil personas en la verbena.

Acudieron al periódico, les dí explicaciones y desde entonces se estableció una amistad de esas que a los periodistas nos han sentir contentos por la satisfacción y el reconocimiento recibido. A Manolo Escobar le sucedieron, entre otros, La Década Prodigiosa, Angela Carrasco, Fernando Esteso, que fue el peor, María del Monte y Georgie Dann cuya actuación se cerró con unos fuegos artificiales en los que Cuturrasu invirtió medio millón de pesetas de aquellas que finalizaron con la frase sobre el cielo "Así somos los de Cuturrasu".

En el momento álgido de aquellas fiestas de Santa Apolonia y gracias a la colaboración de la entonces concejala ovetense Aurora Puente, a la sazón presidenta de la Sociedad Ovetense de Festejos, la comisión de festejos de Cuturrasu desfiló con una carroza con motivos asturianos el Día de América en Asturias lo que para ellos fue un acontecimiento inolvidable.

La romería es algo tradicional que no debe de perderse en esta Asturias cada vez más en crisis. La romería con el bollu preñao y el vino o la sidra, con la gaita y el tambor, con el prao a reventar de gente y los voladores rompiendo las nubes es algo que agradecemos los asturianos de toda la vida. Como ocurre en Cuturrasu cada septiembre. Mi amistad con sus gentes perdurará hasta el fin de mis tiempos. Y estoy seguro que va para largo.



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