Los asturianos, como el resto de los españoles, vamos directos camino de las elecciones generales el día 20 de noviembre próximo, mientras el gobierno de Francisco Alvarez-Cascos también va camino de cumplir sus primeros cien días al frente de la Administración autonómica asturiana. Con más de 11.000 afiliados Foro Asturias se enfrenta a lo más importante en su corta vida: Consolidarse como partido regionalista, de derechas, por supuesto, y sin perder de vista a sus colegas del Partido Popular en el que han militado muchos de sus afiliados.
Poco ha podido aplicar hasta el momento Alvarez-Cascos de lo anunciado en el discurso de investidura y en el previo debate en la Junta General del Principado cuya presidencia le fue birlada por un sorpresivo acuerdo entre el PP y el PSOE. Busca el actual presidente del Principado consolidarse conocedor como es de que está muy en minoría, sin recursos financieros que aplicar para financiar los proyectos de su administración, con un gobierno hostil en Madrid y la mayoría de los ayuntamiento asturianos en poder de la izquierda quienes cuales lobeznos recién nacidos piden mamar y bien de las ubres, en estos momentos exhaustas, de las arcas regionales.
Francisco Alvarez-Cascos, que es un político curtido en mil y una batallas, duro y frío, ha dejado a veteranos roqueros de la política asturiana, que estaban en el PP y se pasaron a sus filas, en la estacada echando mano de gente nueva, jóvenes en su mayoría así como funcionarios, de tal manera, creo, que si el gobierno actual no durase mucho no les crearía grandes perjuicios puesto que los consejeros, vices o directores generales retornarían a sus puestos profesionales en las distintas administraciones.
El gobierno de Asturias está dando los pasos previstos de alguien que ocupa una mansión y no sabe aún que se esconde en los cajones, y lo que se esconde, además de un montón de chiringuitos de difícil explicación, es que están vacíos, no hay un euro. Poco a poco se están haciendo auditorias sobre el estado financiero de los organismos dependientes de la Administración autonómica y para empezar ya han saltado las alarmas sobre la situación del centro cultural Niemeyer, la gran apuesta de Vicente Alvarez Areces contra Oviedo, aprovechando la eficaz gestión que en su momento hizo con el famoso arquitecto brasileño el entonces director general de la Fundación Príncipe de Asturias Graciano García, consiguiendo gratis el proyecto y la consiguiente autorización. Parece ser que el periodista allerano ofreció primero este proyecto al alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo quien pasó de él, contactando luego con el entonces presidente del Principado a quien le encantó, lanzándose a materializarlo de tal manera que las arcas regionales han metido ya más de cuarenta millones de euros en él.
Debo decir, por cierto, que me encanta como se está moviendo por los distintos cenáculos el flamante consejero de Cultura Emilio Marcos Vallaure, setentón recién estrenado, enemigo de la corbata y de vasta cultura, que ahora pasea el palmito por media Asturias, pajarita incluida, lo que da un toque muy fasión a esta joven y tecnocrática administración del Principado. Marcos Vallaure tiene que lidiar frentes importantes como el futuro del museo de Grandas de Salime cuyo director ha sido destituido por una sentencia del jugado, las cuentas del Niemeyer, el futuro de LaLaboral y unas cuantas cosas más. Espero, como Jaime Martínez, que sus palabras sobre un inmediato apoyo económico a la temporada de opera de Oviedo no las lleve el viento.
Tras Francisco Alvarez-Cascos, consejero de Cultura aparte, la figura más emblemática de Foro Asturias es la alcaldesa de Gijón, la doctora cirujana Carmen Moriyón, elevada al altar municipal por los cinco concejales del PP que manda Pilar Fernández Pardo y que sacrificó su deseo de no dar semejante satisfacción a su querido enemigo Francisco Alvarez-Cascos para que, por fin, tras muchos años, la derecha gobernase en la villa de Jovellanos. Espero que en su momento Mariano Rajoy y su equipo reconozcan la valiente actitud de esta abogada/doctora salamantina pero gijonesa hasta los tuétanos.
Los decisiones del equipo de gobierno municipal en Gijón están levantando ampollas en la izquierda. Lógico ¿Qué pensaban?. ¿Qué iba a gobernar para ellos?. Bajo el objetivo de reducir gastos –me resulta increíble cómo lo del teatro Jovellanos se les escapó de las manos a los socialistas- Carmen Moriyón y los suyos –siempre habrá un apellido Felgueroso en la corporación municipal de esa ciudad- y pese a las decisiones que están tomando sobre los convenios que la izquierda tenía en marcha, Cuba incluida, la Semana Negra, los toros, El Molinón, etc., parecen gozar de una importante valoración entre el pueblo gijonés. La izquierda ha tenido que agarrarse a su actuación como cirujana esporádica para mantenerse en forma profesional, sin cobrar, por supuesto, para atacar a la alcaldesa por su vulneración, en opinión de la oposición, de la dedicación exclusiva. Creo que con esta polémica la figura de Carmen Moriyón, a quien no conozco personalmente pero que desde la distancia que da verla en la “caja tonta”, o sea, en la televisión, me cae bien, se ha acrecentado entre los gijoneses. Solo en ese tema tengo que ponerle un pero y es que ella, o su equipo de imagen, se equivocaron llamando a la prensa cuando retornó al quirófano. Explotarlo se me antoja un actitud demagógica pero punto, no tiene el tema, en mi opinión, más trascendencia. Por cierto, el líder de la oposición, el socialista Santiago Martínez Arguelles, quien se quedó a las puertas de la alcaldía, ha decidido retornar como profesor que es a la Facultad de Económicas de la universidad asturiana, por supuesto sin renunciar a la concejalía ni a la vice presidencia de Cajasur.
En cuestión de días conoceremos las listas de candidatos de los partidos en Asturias para las elecciones generales del 20 N. Si sorprendió a la opinión pública la decisión de Francisco Alvarez-Cascos de presentar también candidatura en Madrid. Ya se que de Asturias al cielo… pasando por Madrid, y eso es lo que quiere el antiguo vicepresidente del Gobierno de la nación, pero se me antoja muy poco probable que Foro Asturias logre un escaño en la capital de España. Esa decisión no ha sentado muy bien en nuestra comunidad y ya he comenzado a escuchar las primeras críticas hacia el presidente del Principado. Un partido de derechas que busca, así lo he creído entender, un sano regionalismo, no debe caer en las fauces del centralismo madrileño; claro que Alvarez-Cascos tendrá sus cuentas echadas en busca de los cinco diputados que le den la posibilidad, por vez primera en la historia de Asturias, de formar grupo parlamentario propio. Respecto al senado los asturianos en lista abierta deberemos elegir cuatro. Siempre al partido que obtenga más votos le corresponden tres y al segundo, uno. Por supuesto que el 20 N estará entre el PSOE y FAC. Parece ser que el anterior presidente Vicente Alvarez-Areces irá como candidato a la Cámara Alta. Ya lo he comentado en alguna ocasión, si fuera de la dirección del Partido Popular en Asturias, dios no lo quiera, repescaría como candidatos a Juan Morales y al veterano líder del Partido Asturianista Xuan Xosé Sánchez Vicente que ya ha anunciado que no concurrirá con las siglas del PAS a estas elecciones generales. Miren como Mariano Rajoy ha accedido en Navarra a dar el protagonismo a sus socios del UPN, dejándoles, incluso, encabezar la candidatura al Congreso y la presidenta de Aragón María Fernández Raudí ha llegado también un acuerdo para ir en una lista única con el Partido Regionalista Aragaonés.
La lista socialista no tendrá muchas sorpresas y será encabezada por Antonio Trevín, el Rubalcaba asturiano, con una inamovible María Luisa Carcedo de número dos. Claro que hay muchos aspirantes para tan pocos puestos con posibilidad de salir elegidos. Respecto a Izquierda Unida como era de esperar Gaspar Llamazares le ha cogido gusto al escaño y quiere repetir en la próxima legislatura. Como Cayo Lara no le quiere ver ni en pintura intenta encabezar la lista por Asturias –a buenas horas se acuerda de su tierra, mangas verdes-. El secretario general de la coalición, Jesús Iglesias, que es un hombre suyo, apoya la jugada. No se, no se, si no se pegará un batazo.
Fuera del arco parlamentario actual los únicos que pueden aspirar a algo son los de Rosa Díaz, el UPyD, cuyo líder en Asturias, el abogado gijonés Ignacio Prendes, tiene buena pinta y no está quemado, pero aunque suban en votos creo que aún está muy lejana la posibilidad de lograr un escaño.
Al final, pase lo que pase el 20 N me temo que los asturianos nos veremos abocados a unas nuevas elecciones autonómicas en el primer trimestre del año. Será la manera en que Alvarez-Cascos, al estilo de lo que en su momento hizo en Madrid su buena amiga Esperanza Aguirre, pueda, disolviendo el parlamento regional y dándonos de nuevo a los asturianos la oportunidad de elegir otros 45 diputados, zafarse de la mayoría minoritaria tan exigua de que goza en estos momentos. A partir de ahí es donde puede haber un acercamiento, incluso colaboración, entre Foro Asturias y el antiguo partido del ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, o sea, el PP. Los expertos opina que a la larga no les quedará más remedio que entenderse