Vaya, hoy el presidente en funciones Mariano Rajoy mostró ante las cámaras algo más de optimismo cara a su investidura como jefe del Gobierno tras entrevistarse primero con Albert Rivera y luego con el Rey. Con Rivera la reunión duro más de una hora y al contrario que el día anterior con Pedro Sánchez hubo mesa por el medio. De todas las maneras yo sigo viendo crudo que haya investidura y, por tanto, gobierno, evitando unas terceras elecciones.
Pedro Sánchez, de corto recorrido pese a el asesoramiento de María Luisa Carcedo, continúa anclado en sus tres noes: No a votar o abstenerse con el PP; no a intentar formar gobierno con Podemos y no a unas nuevas elecciones. Sus argumentos son reiterativos y huelen algo a discurso trasnochado. Alude a las derechas cuando cada vez las ideologías están más difusas y no se pueda decir que el PSOE precisamente haga una política de izquierdas en aquellas autonomías o ayuntamientos donde gobierna. Por el contrario el líder de Podemos Pablo Iglesias ha desaparecido de los medios de comunicación a la espera de que los socialistas se acuerden de ellos para intentar formar gobierno. Si Pedro Sánchez no se cansa de repetir que las derechas tienen que ponerse de acuerdo para sacar a Mariano Rajoy y a España del atolladero en que nos encontramos; bien podemos decir lo mismo de las izquierdas.
Lo que está claro es que el nivel de nuestros dirigentes es más bien flojo y, por supuesto, egoísta. Aquí, en Asturias, la lideresa del PP Mercedes Fernándezestá feliz y hasta se permite sondear a sus socios, Foro Asturias, para ver si es posible desalojar al PSOE de las alcaldías de Cangas del Narcea y de Villaviciosa pese a que los actuales, Alejandro Vega en la villa manzanera y Jose Víctor Rodríguez en la de los voladores, los están haciendo bien. Por cierto, mi espía preferida, la XP XIII, me comenta que el otro día el ex presidente del Principado Francisco Alvarez-Cascos se encontró con un amigo en Madrid no parando de quejarse de lo desencantado que estaba con nuestra tierra, que es la suya, argumentando desde que fundó Foro no han parado de hacerle cabronadas. Debo reconocer que Alvarez-Cascos, por su culpa evidentemente, fue una oportunidad perdida para el Principado pero le faltó cintura y le sobró soberbia.
Hoy Javier Fernández, a través de su mosquetero principal Guillermo Martínez, ha dado a conocer las medallas de Asturias, siendo la de oro para mi colega José Manuel Vaquero, no hace mucho jubilado como máximo responsable de La Nueva España. No cabe duda que en los últimos treinta años ha sido toda una referencia de la comunicación asturiana y junto con Juan Cueto Alas y Graciano García forman un magnífico triplete periodístico con medalla de oro sobre sus pechos. En cuanto a las medallas de plata hecho en falta que se la hubieran otorgado a algún empresario, una clase social que en nuestra autonomía no acaba de tener la prensa que se merece.
Me cuenta un amigo, a días de irse de vacaciones a Castellón, que hoy tenía cita con el odontólogo en el Centro de Salud de Pumarín al arrastrar desde hace días un molesto flemón. Cual fue su sorpresa cuando esta mañana, a las 8,30 horas, recibe una llamada del citado centro de salud comunicándole que la consulta quedaba anulada hasta nuevo aviso ya que el sillón del dentista se había estropeado. Que cosas le pasa a nuestra sanidad pública que tiene grandes aciertos pero también situaciones a las que calificaría de grotescas. Como mi amigo es de armas tomar no aceptó la anulación y se personó en el centro de salud, flemón incluido. El caso es que el médico terminó atendiéndole en un sillón normal aunque no me consta que le haya extraído la muela. Don Francisco del Busto, consejero de sanidad, queda informado.