Un amigo común me cuenta que Gerardo Iglesias le acaba de comentar que “por respeto a Francisco Alvarez-Cascos no he rechazado la medalla de Asturias “. Supongo que el presidente del Principado que vuela en estos momentos no hacía Moscú sino hacia Buenos Aires, donde la hinchada asturiana le está esperando en olor de multitud a la orilla del río de la Plata, a su regreso irá en persona al domicilio del ex dirigente de Izquierda Unida, que vive en la zona ovetense de La Bolgachina, a imponerle la citada distinción, que la salud de Gerardo Iglesias no es nada buena desde aquel accidente que sufrió en el pozo Polio tras abandonar la política activa y por el que sufre unos fuertes dolores de espalda después de haberse sometido a varias intervenciones quirúrgicas. De todas las maneras el antiguo dirigente sindical y político, uno de los máximos exponentes que tuvo la izquierda en Asturias y en España, pronto nos sorprenderá porque una importante editorial asturiana de comunicación le está preparando técnicamente un libro -lo primero que escribe en muchos años- que supongo será mitad vivencias, mitad minería. Será el bestseller de la temporada en nuestra comunidad autónoma.

También anda desesperado el octogenario actor Arturo Fernández a pocos días de actuar sobre el escenario del Teatro Filarmónica con motivo de las fiestas de San Mateo -vaya verano tardío que afortunadamente nos ha caído encima- y es que un día sí y otro también llama por teléfono a su buen amigo al alcalde Gabino de Lorenzo y éste, por razones que desconozco, no se le pone al teléfono. Será que no le deja la oposición hablar con este gijonés hijo adoptivo de Oviedo. Entre tanto el gran Jerónimo Granda afina las cuerdas de su guitarra para pronunciar el pregón inaugural de las fiestas mateínas. Poco tendrá que esforzarse para dejar en mal lugar, el que merecen, a sus antecesores, Los Morancos. Lamento perdérmelo pero le seguiré desde la distancia andaluza.

Impactado probablemente por el discurso del presidente del Principado en el acto de inauguración de curso celebrado esta mañana en el paraninfo -“es necesario un cambio profundo en esta institución”-, el líder de la oposición municipal en Gijón y vice presidente de Cajastur -¿Existe todavía?- Santiago Martínez Arguelles ha decidido que mientras vienen tiempos mejores para su partido él vuelve a la universidad asturiana de la que es profesor en la Facultad de Económicas por lo que no dispondrá de exclusividad alguna en el ejercicio de su labor como concejal. Bueno, siempre consideré que lo de que la alcaldesa Carmen Moriyón opere de vez en cuando para no perder práctica no es un tema para rasgarse las vestiduras como parece hacer la izquierda opositora que también se las rasga por el sesgo que está tomando el gobierno municipal. ¿Que pensaban?. ¿Que Foro Asturias iba a aplicar una política socialista en Gijón?. Lo único, en verdad, que pienso es que se equivocó la médico cirujana al llamar a los fotógrafos y salir en los periódicos explotando su retorno altruista a los quirófanos. Esa actividad para conservar las facultades profesionales con el bisturí debe quedar para uno como las conversaciones en el confesionario. Lo otro es demagogia y la alcaldesa de Gijón no se me antoja como tal.

La tormenta en torno a l centro cultural Niemeyer no ha hecho más que comenzar. Ese doberman en que se está convirtiendo el consejero de Cultura Emilio Marcos Vallaure ha lanzado una dura nota porque no ve claro las cuentas en dicho centro. De momento, según leo en el BORMA, el director del Niemeyer Natalio Grueso Rodríguez ha cesado como consejero de la empresa Gestión de Infraestructuras Culturales y Deportivas del Principado, SA, que debe ser otro chiringuito de los que pululan alrededor de RECREA. Espero de todas formas que el Niemeyer no se termine convirtiendo en chatarra para la vecina factoría de Nittal. Y es que en esta tierra somos capaces de todo. Hasta de lo más sorprendente. Por lo menos que nos dejen ver a Kevin Spacey en Ricardo III. Que la villa del Adelantado de la Florida sea Londres, siquiera por un día.

La ministra de Defensa Carmen Chacón ya está haciendo las maletas que la fecha del 20 N se aproxima a gran velocidad. Su ministerio, a través de Javier García Fernández, catedrático de Derecho y actualmente Director General de Reclutamiento y Enseñanza Militar, ha decidido publicar un libro sobre los militares mas destacados durante la república entre los que figura el general ovetense Miaja, defensor de Madrid. Lógicamente el ministerio en cuestión ha encargado el trabajo al langreano Juan José Menéndez García, autor de una biografía sobre la figura de este ilustre militar y que ha tenido mucho éxito meses atrás. ¿Y para cuando el nombre de Miaja a una calle de Oviedo?. Esa oposición mayoritaria que tan pomposamente tenemos ahora en el ayuntamiento podría hacer algo por ello. ¿O no?.