Excmo. Sr.
Don James Costo
Embajador de Estados Unidos ante el Reino de España
y el Principado de Andorra
SENTIMOS LA MUERTE DE PHILANDO Y ALTON COMO SI FUERAN DE NUESTRA FAMILIA
Señor:
Los gitanos y gitanas españoles estamos sobrecogidos después de tener conocimiento de la brutalidad con que dos agentes de la policía norteamericana han dado muerte a dos ciudadanos negros: Philando Castile y Alton Sterling.
Las imágenes que hemos contemplado, ampliamente difundidas por las redes sociales, son verdaderamente espeluznantes. Philando Castile tenía solo 32 años y murió abatido por los disparos del policía que lo había detenido porque su coche tenía roto un faro trasero. Hay un video, grabado y difundido por su mujer en el que se ve al pobre negro agonizando mientras el policía sigue apuntándole con su pistola. Impresiona el lamento de la joven cuando le dice al policía: “No me diga que ha hecho esto, señor, le ha disparado cuatro balas, y él estaba buscando su carnet y su licencia de conducir”. Y lo peor, si es que puede ser peor que quitarle la vida a una persona tan fríamente, es que su hija contempló el asesinato de su padre desde el asiento trasero del coche.
Sin embargo, señor embajador, la frialdad e iniquidad, con que el policía que mató a Alton Sterling, desgraciado negro de 37 años que vendía CDs en la puerta de un supermercado, solo es comparable con las más escalofriantes escenas de películas de terror. Alton ya había sido reducido por dos agentes. Dos policías enormes, casi gigantescos, y lo tenían aprisionado contra el suelo. Y en ese momento, cuando ya no era necesario el uso de la fuerza, el malvado policía saca con toda tranquilidad su revolver de la cartuchera y le descerraja varios tiros que acaban con su vida.
Aunque usted estará sobradamente al corriente le invito a ver este corto vídeo, escalofriante, que no puede dejar insensible a nadie que tenga un mínimo de conciencia.
https://www.youtube.com/watch?v=fOH9Ltcoqis
El gobernador de Minnesota, Mark Dayton, ha confesado que estas muertes tienen un tinte inequívocamente racista y que estos ciudadanos seguirían vivos si hubieran sido blancos.
Le rogamos, señor embajador, que quiera enviar nuestro pésame y nuestra solidaridad a las familias de los fallecidos a través de los gobernadores de los estados de Minnesota (Philando Castile) y de Luisiana (Alton Sterling).
Por qué nos sentimos especialmente concernidos por esta tragedia
Los gitanos y gitanas europeos sentimos la muerte de estas dos personas como si fueran de nuestra propia familia. En Europa vivimos diez millones de ciudadanos gitanos y raro es el día que no somos víctimas de agresiones racistas, violentas y algunas veces asesinas por el solo hecho de ser gitanos. Es verdad que esta violencia no se manifiesta con la misma intensidad en todos los países y que en España empiezan a quedar lejanos en el recuerdo las agresiones que sufrieron nuestros padres por parte de la Guardia Civil caminera. Pero no podemos evitar un escalofrío cuando contemplamos como quienes tienen que aparecer como garantes de nuestras libertades y defensores de nuestros derechos, abusan del uniforme que llevan y de la fuerza que el Estado de Derecho a puesto en sus manos.
Muchas gracias, señor embajador, por atender nuestra petición.
Juan de Dios Ramírez-Heredia
Vicepresidente de Unión Romani Internacional