Ayer celebramos la fiesta de Asturias, las dos: la laica y la religiosa. Que para bien o mal deben ir unidas, no se entiende la una sin la otra. Los primeros entonarian el "Asturias patria querida..." y los otros, "Bendita la reina de nuestras montañas..." En un día tan especial en que debemos remar todos en la misma dirección, lo que mas nos une es la "fabada" ya que en esto sí que estamos tod@s de acuerdo, y para hacerla mas ligera, si la empujamos con la bebida de los dioses...la "sidra", la repera. Que no solo sea esto lo que nos identifique.
Viene todo esto a cuento, que al poco de salir de casa, me encuentro con un colega -no,amigo- y me espeta..."estos c........, -por los azules, del R.Oviedo-, por penaltis pasan (en la Copa del Rey) tienen una "chepa"..." Le digo, que hoy -por,ayer- es el día de Asturias, y debemos ser una piña. No, me "jodas", que les den por el c.... Y se aleja, mientras me acomodo las gafas de sol.
Pues si, que comienza bien el día. No tenia en mente darle al teclado, pero debo hacerlo por los que no veo físicamente y que esos si que conmemoran este día de nuestra patria de mejor modo, me refiero sobremanera a los de allande de los mares, que para ellos, por su condición de emigrantes la viven y no solo los que partieron de aquí siendo niños sino por sus "proles", y ya van por la segunda, tercera generación... Entorno a sus centros asturianos: México, Argentina, Chile, Venezuela, Cuba... y tantos otros. Repito, ellos si que tienen a galardón la condición de asturianos, visten el traje de nuestros ancestros, con un orgullo especial y mantienen nuestro acento como seña personal.
No digo que aquí no llevemos el sentimiento "astur" igual -faltaría más- sino que por la lejanía se les pone la piel de gallina. Lo se por que lo viví en primera persona en Cuba, en el centro asturiano de La Habana, y la "tierrina" con solo mencionarla, afloraba en todos los presentes -me incluyo- una melancolía, a la vez que se nos humedecían las mejillas. No se que es, pero algo nos hace ser mas de aquí, estando por allá, la nostalgia tal vez.
En otros tiempos, todo lo relacionado con este trozo de cielo, este maravilloso vergel, este edén, si alguien hacia el menor asco, me encendía al instante. Recuerdo broncas -verbales- cuando viví en Madrid, que al decir: "soy asturiano..." escuchaba la cantinela de siempre: "borracho y dinamitero..." No me paraba a juzgar el tono, ni el doble sentido, mi respuesta no se hacia esperar, y les soltaba: "del puerto Pajares, para abajo...todos "moros". Entonces, los que se crispaban eran ellos. Menos mal que -hoy- día esto ya cayó en desuso.
Que el "Oviedo" siga, que el "Sporting" se mantenga, no deben ser motivo de divorcio. Hay muchas cosas que deben prevalecer por encima de localismos y en estos tiempos tan crudos, en que la realidad es tan negra -como, nuestro tesoro el carbón- debemos ser uña y carne.
Que nuestros sueños no se conviertan en pesadillas, saldremos adelante, seguro. No necesitamos de esos manuales que nos dicen como ser felices, la familia, trabajo, solidaridad, y el disfrutar de los amig@s en un día como el de ayer, entorno a una "fabada" y unos "culinos" de sidra, nos dará vitalidad para afrontar estos nubarrones. Animo, el mañana será mejor que el hoy, no lo duden amigos. Que el próximo año, primero sigamos aquí, será señal de muchas cosas, y segundo, que el sentimiento y amor por esta tierra nunca muera. Lo tengo claro y Uds. también.
Ser "astur" es algo especial, ya lo decía mi güelu, Sito: "d´ aquí p´al cielu".