Después de veintisiete años de la caída del Muro de Berlín un 9 de noviembre de 1989, después de aquella titulada “noche para la Historia”, nuevamente fuerzas taimadas y osadas , aprovechándose de la ambición y corrupción de unos pocos, y de la desesperación de otros muchos -casi cuatro millones de personas sin trabajo- pergeñan y airean un mundo feliz donde no haya conflictos, el dinero abunda y la felicidad humana esté al alcance de la mano , y todo con la aviesa intención de hacerse con el voto del necesitado, del que sufre y pena porque a nadie parece preocuparle su destino. Conseguido el poder las prioridades las marcó yo. El mejor ejemplo de cuanto dijo lo tenemos cuando analizamos propuestas electorales de aumento del gasto público de más de 60.000 millones de euros en un país que todo cuanto produce lo debe,pero parece que no importa, el papel lo lleva todo .¿Hay algún banco que preste dinero a un particular que tenga toda la nómina ya comprometida? O cuando nuestra única promesa de empleo, es crear empleo público. Sea necesario o no. Los españoles debemos y queremos crear riqueza, progreso, bienestar, honestidad, dignidad… para repartir miseria sobran políticos.
Nos guste o no nos guste estamos en una economía de mercado y todos intuimos el margen de maniobra en que nos movemos. Sabemos que las empresas son necesarias, que deben ser modernas ycompetitivas , obtener beneficios aceptables y que el factor humano es su elemento más importante, y que todo esto debe ser alentado y aupado por una política responsable, y más en un mundo globalizado como el que vivimos.Si antes podíamos tener dudas, éstas se han convertido en certezas a raíz de la caída del Muro de Berlín un 9 de noviembre de 1989 que levantó acta de defunción de un régimen que evidenció con hechos un fracaso económico, social, humano , moral sin precedentesy si algo habían repartido, y eso en abundancia ,era desilusión , apatía, miseria , desesperación, y la mejor prueba de cuanto digo nos lo testimonió Kapuscinski en su libro titulado “Viajes con Herodoto”, al narrarnos la impresión que recibió al salir por primera vez de su Polonia natal rumbo a la India, allá por 1956, y hacer escala en Roma:” a/ Las tiendas estaban repletas b/ Las vendedoras no estaban sentadas , sino de pie y con la mirada puesta en la puerta c/Las vendedoras respondían a las preguntas que se les hacían…” ¡Perplejidad! La escena no puede ser más esclarecedora.
Puede sorprender al lector que después de veintisiete años caído el Muro de Berlín y fragmentado en multitud de trozos que se venden como “recuerdo de visita”, uno lo traiga a colación, y tengo que confesarles que la culpa no es mía, sino de los propios protagonistas que aspiran a hacerse con el voto de los ciudadanos de España, y es que el primer cartel, la primera pegada de carteles y presentación de la candidatura de Podemos a las Elecciones Europeas tuvo lugar en Berlínun 9 de mayo de 2014.¿Motivos?¿Causas?¿Añoranza?¿Símbolo?...
Pero no acaban aquí las coincidencias y es que no podía faltar la obligada referencia a Venezuela muy presente en toda esta campaña electoral. Y es que unos meses antes de la caída del Muro de Berlín ,también el 1989 , concretamente un 27 a 28 de febrero,ocurrió en Venezuela, más concretamente en Caracas, la trágica protesta del “Caracazo o Sacudión”, con casi trescientos muertos y muchos desaparecidos. Y todo ello provocado por el presidente Carlos Andrés Pérez y sus engaños electorales. Había ganado las elecciones en 1988 con un apoyo masivo del 52.9% de los votantes, casi cuatro millones de votos, y en base a unas propuestas populistas y de mucho gasto social. Una vez en el poder prepara un “Paquete Especial” de medidas económicas obligado por sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional y que suponían unas subidas de precios y recortes que traía el hambre a la mayoría de la población.Nunca mejor dicho eso de que” quien siembra vientos , recoge tempestades”. Cuentan los expertos que esa horrible” sacudida” concienció y movilizó al coronel Chavez a combatir y denunciar la corrupción. El resto de la historia lo saben ustedes.
Una vez más se demuestra que por muy en auge que esté el sector de los Seguros, la seguridad total no existe y que acontecimientos o hechos que la Historia daba por prescitos, reaparecen y la culpa no es del sistema, sino de la corrupción y miseria de unos, y de la dejadez y comodidad de otros. Nadie puede alegar ignorancia. La responsabilidad es nuestra y también nuestro el futuro que deseamos expresado en un voto. Una vez más se demuestra que es inútil querer cambiar la sociedad si no cambiamos a los individuos.