Un paisano de Candín

No me encontraba en Asturias y, el sábado pasado, no pude asistir al funeral que se celebró en Carbayín en recuerdo de un paisano de Candin, José Luis Rodicio Diaz, que había fallecido en Madrid en la madrugada del pasado día 9.
En el año 1999 a uno de mis hijos se le detectó un grave problema renal. José María Roces (Hierros y Carbones) me insinuó la posibilidad de buscar una segunda opinión médica en nuestro vecino común José Luis Rodicio, y aquel mismo día, viernes, con una llamada telefónica, quedamos citados en la capital de España para el martes de la semana siguiente.
Nos fuimos a Madrid con el historial médico, mi esposa, mi hijo y yo mismo, yJosé Luis nos recibió en la Clínica La Luz en la que también pasaba consulta. Con una amena conversación -con todos los visos de querer quitar hierro al asunto que nos había reunido- nos contó que, de chaval, en bastantes ocasiones había repartido con un carro y una mula el pan que su familia fabricaba en la panadería de Candin. Al final leyó todos los informes médicos que llevábamos de Asturias y nos confirmó los malos pronósticos del problema de salud de mi hijo.
Con sencillez nos dijo: "Aquí estoy para lo que necesitéis, pero no dudar que con el equipo de nefrología del Hospital de Oviedo estáis en las mejores manos, a mi madre la están atendiendo ellos".
Mi hijo se trasplantó en Diciembre de aquel mismo año 1999 aquí en Asturias, la operación realizada por el cirujano Miguel Hevia fue un éxito y hasta el día de hoy el riñón de un joven anónimo gallego sigue aportando generosamente vida.
La última vez que hablé con José Luis Rodicio fue, hace tres años, en el tanatorio de Oviedo en donde velábamos el cuerpo de su primo e igualmente gran persona,Julio Díaz Suarez, hijo de Perfecto Diaz quien fuera el fundador de la emblemática empresa familiar, Electra de Carbayín. Brevemente comentamos nuestra entrevista de Madrid y se alegró de que todo hubiese salido y siguiese bien.

Escribo estas letras en recuerdo -y sobre todo en agradecimiento- de quien fuera Catedrático de Medicina de la Universidad Complutense, Miembro de Honor de la Sociedad Española de Nefrología, Director del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario 12 de Octubre, autoridad mundial en la Investigación y tratamiento de la hipertensión, y doscientas cosas más en el ámbito de la medicina, la docencia y la entrega a los demás. Pero también las escribo en memoria de un paisano de Candin (Carbayin) que se marchó en silencio y de chaval repartió pan por mi pueblo, Pumarabule, con una mula y un carro.



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