Debate a cuatro

Me trague todo el debate que conste y he meditado sobre lo visto. Demasiado cartón piedra, demasiado encorsetamiento de sus protagonistas. No me ha gustado la puesta en escena de la Academia de Televisión con unos protagonistas que parecían alumnos examinándose de fin de carrera ante un tribunal de tres presentadores. De ellos para mi el más efectivo fue Miguel Vallés.

Excesivamente largo y reiterativo en muchos de los apartados al final creo que el televidente se fue para la cama con cierto dolor de cabeza. ¿Quién ganó?. Pues segn seas militante de uno o de otro, el tuyo; en mi opinión, yo que no milito en ningn partido, quien más me gustó fue el líder de Ciudadanos Albert Rivera. Dicen que su partido, nacido en Cataluña, eso es importante, es un partido de diseño, pero el chico estuvo claro y positivo con mandobles a derecha e izquierda, principalmente dirigidos a Mariano Rajoy y a Pablo Iglesias. De todas maneras no creo que Ciudadanos crezca mucho en escaños el próximo día 26. Albert Rivera, siempre muy atildado, fue tajante en un tema con el que estoy plenamente de acuerdo: Hay que eliminar las diferencias entre españoles de esta o aquella comunidad. Solo le faltó proclamar una España grande y libre, que ya lo es. ¿Con quien pactará?. Con todos menos con Unión Podemos. Se nota que la coleta de Pablo Iglesias le produce repels aunque tampoco valora positivamente la figura de Marino Rajoy, fundamentalmente por la corrupción que arrastra el Partido Popular.

A Pablo Iglesias le vi contenido y cansado. Hubo momentos en que la cámara enfocaba un primer plano de su rostro como si le doliera una muela. No veo yo tan claro lo del sorpasso al PSOE aunque la táctica de candidato parlante que emplea Pedro Sánchez se me antoja fría y repetitiva. Cada vez que habla parece estar exigiendo al votante que le lleve por huevos a La Moncloa. Insistió demasiado en que echar la culpa a Pablo Iglesias de no haber sido investido presidente del Gobierno, acusándole de pinza con el PP, algo verdaderamente sorprendente.

Por su parte el presidente del Partido Popular Mariano Rajoy aguantó estoico los ataques. Huele un poco a naftalina pero, errores a parte, que los ha tenido y grandes, dígase lo que se diga es un valor sólido de la derecha europea y no tiembla a comprometerse a crear de aquí al 2020 otros dos millones de puestos de trabajo, nico camino para el sostenimiento de las pensiones. Volverá a ganar el próximo día 26 pero sin mayoría absoluta por lo que la nica posibilidad que tiene de quedarse en La Moncloa es pactar con el PSOE y Ciudadanos lo que no es nada fácil mientras Pedro Sánchez, principalmente, siga al frente de la familia socialista. Lo que si parece claro es que todos temen que Unión Podemos toque poder. Pablo Iglesias habla ya con descaro de ser presidente del Gobierno. Si lo fuera, así como el general Pinochet asistió en 1975 a la toma de posesión del Rey Juan Carlos I, en este caso lo haría el venezolano Maduro. Hispanoamérica me va.

Pues la campaña sigue y hoy estará en Asturias, en una de esas visitas de médico a la que los líderes son tan aficionados, el líder socialista Pedro Sánchez. Congregará a los suyos en La Corredoria, lugar que se ha puesto de moda para acoger mítines como emergente barrio de Oviedo, bien situado además respecto a los otros grandes concejos. Tranquilo, Pedro, ya se que votarte es apoyar el progreso. Lo mismo nos dijo en cierta ocasión José Luis Rodríguez Zapatero y ya ves lo que pasó.



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