A Don José Luis Rodicio Díaz. Hijo Predilecto de Siero

El pasado 9 de junio cuando la Medicina ocupaba las primeras páginas de los periódicos con noticias de gran alcance como la de Álvaro, el niño de cinco años que gracias a un exoesqueleto comenzaba a andar o la del nacimiento en Lisboa de un bebé cuya madre llevaba quince semanas en muerte cerebral, un amigo me avisa del fallecimiento  del doctor Don José Luis Rodicio Díaz, natural de Candín (Carbayín), nombrado Hijo Predilecto de Siero en 2008, y pionero en su día de la investigación y tratamiento de la hipertensión en España y de sus  consecuencias en  las enfermedades cardiovasculares.  Poco después un periodista de este medio me pedía una valoración de esta triste noticia, y la respuesta, improvisada y rápida fue apelar a mis vivencias del día que conocí al doctor cuandofue nombrado  HijoPredilectoy no tuve ninguna duda en reconocer que aquel acto cuidado y mimado había sido uno de las experiencias más gratificantes y agradables que había vivido en mi vida municipal y todo por diferentes motivos, pero especialmente por la talla humana del homenajeado que me hizo evocar la figura del doctor humanista, preocupado no sólo de su ciencia, sino de lo humano, del acontecer diario. Ya en aquel encuentro descubrí su amor por Siero y sus gentes, especialmente sus vecinos. Era una de esas personas que desprendía asturianía allá donde estuviera. Un gran hombre, como titula una revista médica.

 

Hoy , dos días después, me veo en la obligación de completar mi respuesta, pues mis palabras se habían quedado cortas, escasas, incompletas, y es que este eminente doctor, hijo de esta tierra,  nombrado Médico del Año en España en 1.992 y en posesión de la Cruz de Oro de la Sanidad madrileña en el año 2012, aún nos ha dado otra lección ya fallecido y es que de los muchos títulos y galardones que merecidamente le han otorgado a lo largo de su vida, sólo uno le acompañó y la acompañará siempre y es el de Hijo Predilecto de Siero , y así figuraba en la esquela publicada en los periódicos.

 

Detalle como éste hablan por sí solosy poco más tengo que añadir como sierense, sino agradecer y emular este amor encendido que siempre ha tenido Rodicio por Carbayín, Siero, Asturias, y desear que en todos los campos profesionales salgan de Siero personas que con su trabajo y conducta sean honra para este Concejo y ejemplo para todos, pues nunca más cierto las palabras de San Mateo de  :”Ustedes han recibido gratuitamente, den gratuitamente…”

 

Hoy que la Medicina es noticiaquiero agradecer a sus profesionales e investigadores el mucho bien que han hecho a la Humanidad desde tiempos remotos, pero especialmente en el último siglo, donde en países como España hemos logrado que la media de vida pase de los cuarenta años en 1900 a más de ochenta en la actualidad, y todo ello se debe al trabajo abnegado y entusiasta de personas como el doctor Rodicio Díaz que fieles a su vocación,  han hecho de su vida una constante lucha contra la enfermedad y mejora del ser humano. Y esto no tiene precio. ¡Muchas gracias!

 



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