Debo reconocer que Pablo Iglesias, líder de Podemos, es listo como un rayo. Convocó una consulta cantada a sus bases y simpatizantes que ha logrado descalificar totalmente la posibilidad de un gobierno PSOE/Ciudadanos dejando al segundo partido del país solo a los pies de los caballos de una nueva consulta electoral el 26 de junio.

Tengo la impresión de que en todo este lío Pedro Sánchez ha tenido miedo en el último de acudir al altar para casarse con Pablo Iglesias por lo que buscó, y logró, un acuerdo con Albert Rivera plasmado en un documento del que la opinión pública ya ni se acuerda cuales son sus puntos, excepto la supresión de las diputaciones.

Algunas encuestas apuntan a que en estas nuevas e inminentes elecciones Podemos superará en diputados al PSOE. No lo creo, la verdad, que las centenarias siglas del auténtico Pablo Iglesias tienen mucho peso aún. Pero si en la nueva consulta electoral los socialistas bajan aún más de los 90 diputados Pedro Sánchez confirmará al mundo mundial que se ha hecho el harakiri mientras la lideresa andaluza Susana Díaz deberá apresurarse a hacer la maleta en Sevilla camino de Madrid. Otro detalle, acaba de nombrar la señora al vasco Eduardo Madina, enemigo del actual secretario general, delegado suyo en la capital de España.

Lo lógico en esto de la política, aunque en la práctica no hay nada lógico en ella, es que al final cada oveja vaya con su pareja y, por tanto, si el PP mantiene el tipo continuando como partido más votado y Ciudadanos va en alza intenten un gobierno de centro derecha. Para ello el gastado Mariano Rajoy, al que sería injusto culparle de todos males del país, debería retirarse a los cuarteles de invierno y de verano dando paso a una renovación por la que ya se clama hasta en la filas populares. Al antiguo jefe , aún en edad de merecer, le ha metido Cristóbal Montoro un rejón con los impuestos no pagados y Núñez Feijoo se ha comprometido a dar de nuevo la batalla en octubre en su Galicia natal. Todos hablan de la vice presidenta Soraya Saénz de Santamaría que personalmente no me gusta pero que, sin duda, es la mejor posicionada. Veremos.

En Asturias debería de haber cierta renovación en las listas pero a Adriana Lastra no hay quien la mueva en el PSOE y a Susana López Hares tampoco en el PP. Personalmente me gustaría otro militante de Ciudadanos para el Congreso en vez del oportunista de Ignacio Prendes y también Izquierda Unida debería cambiar a su número uno en la lista al Congreso. Yo elegiría al secretario local en Oviedo Alejandro Suárez. La política asturiana necesita sangre fresca.

Podemos, estoy seguro, confirmará a todos los que han ido en la lista, contentos como están con su implantación en Asturias. Su objetivo secreto es dentro de tres años dar el zarpazo a la AMSO y al propio Wenceslao López para que Ana Taboada sea alcaldesa de la capital. De ahí que haya ocasiones en que intentan aburrir al alcalde socialista en minoría. Claro que con López pueden quizás lograrlo pero con Roberto Sánchez Ramos, no.

En definitiva, altura de miras de nuestros actuales dirigentes hay poco. La opinión pública no está cansada, está hastiada, y aunque de manera lenta la situación de España se deteriora. Del Gobierno en funciones opino que el mejor es el de Hacienda, Cristóbal Montoro que además como sabe que no va a continuar se está soltando la melena que no tiene y con estilo. Esperemos acontecimientos.