Se han desperdiciado 100 días

¿Cuándo se pondrá la maquinaria en marcha?. La del nuestro país me refiero. Hoy se cumplen cien días desde que la mayoría de los españoles pasamos por las urnas para elegir nuevos Congreso y Senado como paso previo para tener gobierno en los próximos cuatro años. La fragmentación política surgida el 20 de diciembre con una pérdida importante de votos por parte del PP y del PSOE, aunque continúan siendo los más votados, ha hecho que a estas alturas no sepamos que va a pasar.

Entre tanto el Rey Felipe VI con paciencia infinita aplaza viajes institucionales al extranjero, como el que estaba previsto a Japón, a la espera de que alguno de los líderes le solicite plácet para intentar ser investido como presidente y formar gobierno.

España está en una de esas etapas a la italiana, esto es, con gobierno en funciones y la maquinaria de las distintas administraciones a ralentí mientras el mundo, concretamente el Europeo, se convulsiona por el terrorismo. Malo.

Aquí la cosa está entre cuatro: Mariano Rajoy con evidentes signos de cansancio lo que ha provocado que el gran gurú de la derecha José María Aznar abogue por nuevos liderazgos; Pedro Sánchez chocando una y otra vez contra la pared de Podemos que no le está poniendo fácil su deseo de llegar a La Moncloa; Albert Rivera, nueva imagen del centro derecha pero que hábilmente ha pactado con el PSOE y es el que menos quemado está; y Alberto Garzón con buena prensa pero con pocos soldados, quiero decir, diputados detrás, y que también desesperadamente busca el resurgimiento, la refundación, de Izquierda Unida nada fácil pese al padrinazgo de Julio Anguita, con Podemos buscando su absorción lo que ha llevado a veteranos dirigentes de la coalición como Gaspar Llamazares ha pronunciarse en contra de un acuerdo con los de Pablo Iglesias. Partidos nacionalistas como el PNV o los catalanes están a verlas venir, mientras los que son de carácter independentista, minoritarios por supuesto en el Congreso, evitan cualquier compromiso que no sea la ruptura con el Estado.

Dentro de su casa, el PSOE, Pedro Sánchez ha movido ficha y va a lograr que se apruebe retrasar el congreso interno hasta que se resuelva la situación del gobierno de España. Estaba previsto para las primeras fechas de mayo pero no parece lógico que se distraigan las fuerzas con pulsos internos. Por supuesto que lo de Susana Díaz y la Agrupación de Andalucía le queda pendiente a Pedro Sánchez pero si éste consigue convertirse en inquilino de La Moncloa habrá salvado el culo, de lo contrario, nuevas elecciones incluidas, es políticamente hombre muerto.

Cierto que estos días hay mucha intoxicación interesada en los medios de comunicación, principalmente en los digitales, pero lo que se está filtrando, ¿Pueden creerlo?, es que por el bien de España haya un tripartito PSOE, Podemos y Ciudadanos. Ya se que la paciencia es una virtud de los gallegos y Mariano Rajoy no ha perdido la compostura pero, como digo, le observo cansado y con unos dirigentes desdibujados y hasta, me atrevo a decir, desanimados. Solo basta mirar a los suyos en Asturias.

Hemos perdido 100 días y los politólogos apuestan en su mayoría porque tendremos que volver a las urnas. Puede ser pero, no lo olviden nuestros políticos, será un fracaso en toda regla de su clase por otra parte bien pagada, vacaciones de Semana Santa incluidas.



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