Cuando faltan menos de tres meses para las elecciones, la Junta Electoral Central (JEC) sigue sin desvelar cómo deberá procederse a la recogida de avales y qué documentación tendrán que aportar los partidos para garantizar su autenticidad.
Eso significa que 88 de los 98 partidos o coaliciones que presentaron listas en las elecciones generales de 2008 no podrán concurrir a los comicios del próximo 20 de noviembre a menos que antes recojan las firmas del 0,1% de los electores de cada circunscripción, ya que ninguna de esas 88 formaciones obtuvo entonces representación parlamentaria. También afecta a los partidos que quieren presentarse por primera vez.
El Partido Humanista ha participado en todas las convocatorias electorales desde el año 1984. Al no contar con representación parlamentaria deberá reunir los avales que exige la nueva ley.
“Nos parece que se trata de una reforma que busca dificultar la participación electoral de los partidos pequeños y, por tanto, limitar el ejercicio de la democracia por parte de la ciudadanía”, asegura José Luís Álvarez, secretario general del Partido Humanista.
Los partidos con representación parlamentaria, responsables de esta reforma, intentan beneficiarse al restringir la participación de otros grupos que hoy son minoritarios y no cuentan con representación en el Parlamento, (ni, por cierto, con las mismas facilidades de difusión). Muestran un descaro extraordinario en su apuesta por el bipartidismo (ilusión de alternancia, cuando en realidad defienden a los mismos intereses). Discriminan cualquier idea crítica que cuestione este sistema inhumano y violento.
“Con esto, los artífices de la nueva ley también desprecian a los más de 772.000 electores, aquellos que en 2008 optaron por alguno de los 86 partidos que lograron votos pero no escaños; a los jóvenes que votan por primera vez y que podrían decantarse por los partidos pequeños; y a aquellos que, cada vez más, están hartos de tanta mentira, y piensan en votar por una opción nueva, diferente”, advierte Álvarez.
En definitiva, es una ley que ahonda aún más en la democracia formal en la que vivimos, cuando lo que corresponde es avanzar hacia una democracia real. Como se afirma en el Documento Humanista (Silo, 1993): “Toda Constitución o ley que se oponga a la capacidad plena del ciudadano de elegir y ser elegido, burla de raíz a la democracia real que está por encima de toda regulación jurídica”.
A pesar de los impedimentos, la militancia del Partido Humanista trabajará para conseguir las firmas necesarias para avalar su candidatura y se presentará a las próximas elecciones generales, como viene haciendo desde 1984, para defender sus ideales y propuestas.
Para avalar con tu firma puedes ponerte en contacto en la web www.partidohumanista.es en el apartado “avalo al PH”.
Avalar con la firma a una candidatura no te compromete a afiliarte, a votar, ni a nada en concreto, pero estás dando la opción de que sus planteamientos puedan ser votados democráticamente.
http://www.partidohumanista.es/component/fabrik/form/2/default?random=0