Ayer vi en la Primera de Televisión Española el primer episodio de la nueve serie "El Caso" basada en la historia de la que fue publicación puntera de sucesos en tiempos de la dictadura y por tanto de la censura franquista. La serie está correctamente realizada, aunque a veces resulta algo teatral y con una fotografía tipo pastel que quita en cierto modo credibilidad a la historia. Además, los actores, que no lo hacen mal, están demasiado atildados, repeinado incluido. Pero, como digo, se puede ver y hasta me resultó entretenida.
Sin embargo, debo de ponerle un pero importante. Los responsables de la misma y la propia Televisión Española se olvidaron completamente de la figura del periodista Eugenio Suárez, fundador y propietario de "El Caso", quien con 96 años falleció hace uno en Salinas donde residió en sus últimos años.
Eugenio Suárez, nacido en Daimiel, Castilla La Mancha, pero traído al poco tiempo a Gijón donde residió en su infancia, tuvo una vida de película desempeñando profesiones como la de espía, corresponsal en el extranjero y fundamentalmente la de periodista. Fundó y dirigió "El Caso", se hizo millonario y se arruinó varias veces y hasta el final de su vida no dejó de escribir. Concretamente cada semana publicaba desde Salinas un artículo relatando sus vivencias en la edición avilesina de "La Nueva España".
La última vez que le vi fue en el curso de una reunión en "La Venera", el coqueto establecimiento que mi colega Manuel Cimadevilla y su esposa Pilar tienen en Oviedo, reunión a la que asistieron también el profesor David Ruíz y su esposa Ana Tolivar así como el periodista Mario G. Bango. El fundador de "El Caso" y también de aquel magnífico semanario "Sábado Gráfico" durante dos horas nos relató su vida que cuanto menos he de calificar de apasionante. Solía venir a la comida que cada año organiza la Asociación de la Prensa de Oviedo que incluso llegó a homenajearle y, en definitiva, con graves problemas de respiración en los últimos años, contemplar en Salinas las aguas embravecidas del Cantábrico le revitalizaba.
Hace muchos años precisamente fui una temporada corresponsal de "El Caso" en Asturias, cargo que me había pasado mi añorado colega Enrique Alvarez, también cronista local de "La Voz de Asturias", y que junto con Luis Puente de "La Nueva España" y Julio Ges de "Región" formaban el trío más efectivo del periodismo local con parada diaria a mediodía en "Los González" de la calle de San Bernabé donde yo vivía por lo que pese a la diferencia de edad hice una gran amistad con ellos además del consiguiente aprendizaje.
No me duró mucho la corresponsalía porque confieso que la sección de sucesos es la única que nunca me gustó ejercer en mi ya larga andadura periodística. Recuerdo que mi último trabajo a toda página para el mítico semanario fue en Grado donde había desaparecido un granjero que vivía con su mujer en una finca de las afueras. Tras unos días de investigación la Guardia Civil descubrió que la mujer le había matado con una pala en el curso de una discusión y luego troceó en partes su cuerpo enterrándole en varios lugares del prado. Ahí terminó mi andadura de reportero de sucesos.
En la serie que nos ocupa, pues, no hubo un recuerdo para Eugenio Suárez pero si una serie de veteranos personajes del periodismo salieron dando su opinión sobre "El Caso", caso de Fernando Poblet, Maruja Torres o Juan Luis Cebrián, por citar. También dice unas palabras un ex director del semanario que ni recuerdo. Sí conocí, perfectamente caracterizada en la serie, a la rubia reportera Margarita Landi que fumaba en pipa y venía mucho por Asturias. No había cuartelillo de la Guardia Civil en España que no la conociera y en él que no tuviera entrada. Como habrá más capítulos no estaría de más que Televisión Española se acordase del padre de este semanario de sucesos que marcó hito en la España franquista logrando records de venta que para si quisieran hoy la mayoría de nuestras publicaciones.