Las manecillas del reloj

El próximo día uno de abril, si la Administración del Principado no pone pega alguna, abrirá sus puertas una delegación del Casino en Oviedo, una instalación para juegos de azar que el grupo de José Antonio Carbajosa, propietario del Casino de Gijón, pone en marcha en la plaza de Longoria Carbajal, donde estuvo ubicado el bingo del Centro Asturiano. Crea unos 30 puestos de trabajo y, por supuesto, dinamizará la actividad lúdica de la ciudad.

Al día siguiente, el dos de abril, el veterano sindicalista Severino Arias, que ya ha cumplido los 80, recibirá un merecido homenaje de sus amigos en el restaurante Savannah, sito en el barrio gijonés de La Calzada. Severino Arias es historia viva del sindicalismo asturiano, fundador de la Unión Sindical Obrera (USO) donde militó un montón de años antes de apuntarse a la escisión sufrida por dicha organización al pasarse a UGT con sus principales dirigentes, el propio Severino Arias, Manuel Fernández-Pello, Ulises Concejo, Eleuterio Bayón y otros más.

Severino Arias en tiempos de la dictadura franquista estuvo en la cárcel, allá por el año 1962, y fue despedido de Minas de Figaredo. Luchó por una Asturias democrática y por la clase trabajadora y nunca desfalleció en su labor reivindicativa. Le conocí, creo recordar, cuando la gran huelga del sector de la construcción en nuestra autonomía, allá por 1978, y a partir de entonces mantuvimos la amistad. La última vez que nos vimos fue hace unos meses en el estreno del documental sobre la marcha minera a Madrid de Marcos Merino en el centro cultural Niemeyer. Nos sentamos juntos y recordamos viejos tiempos y, por supuesto, salió a relucir el tema del enriquecimiento de José Angel Fernández Villa que le produjo espanto y desolación. Aunque físicamente le encontré muy bien, igual que mentalmente, Severino Arias, excelente conversador, me comentó que andaba mal de la espalda consecuencia del esfuerzo realizado por acompañar a pié a los mineros en su caminata hacia Madrid. A veces se nos olvida, ¿verdad?, ya no tenemos treinta años.

Tengo ganas, lo haré el próximo día dos, de preguntarle por la sucesión de Cándido Méndez al frente de la UGT estatal. Parece ser que quien tiene más cartas de la baraja para sucederle es el secretario ugetista de Cataluña José Manuel Alvarez, por cierto nacido en Asturias e independentista como buen charnego que es. El antiguo sindicato de Severino Arias, la USO, se encuentra en estos momentos en situación delicada en Asturias, con una gestora al frente. Lo cierto es que desde que el secretario general Francisco Baragaño se jubiló el sindicato en cuestión ha venido a menos. Una pena.


Y ya que escribo de sindicatos decir también que en mi opinión es hora de que tanto el secretario general de CCOO Asturias Antonio Pino como el de la UGT Justo Rodríguez Braga den paso a nuevos responsables. En Asturias, sindicalistas, políticos y empresarios son muy poco dados a bajarse de la piragua de los cargos, buscando perpetuarse en ellos, pero aún nadie ha inventado parar las manecillas del reloj por lo que el paso del tiempo es inexorable.



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