Ya está todo preparado para que el miércoles a la tarde, en la sala principal del auditorio Príncipe de Asturias en Oviedo, Francisco Alvarez-Cascos entregue las medallas conmemorativas del Día de Asturias en las que, por ejemplo, hará su primera aparición en público después de muchos años ex el líder de CCOO y de IU Gerardo Iglesias, un comunista que al igual que hizo Vicente Alvarez Areces pudo reconvertirse hacia la derecha de la izquierda, al PSOE, pero al final hizo inteligentemente mutis por el foro, no el de Alvarez-Cascos, ¡Que más quisiera éste!, y se retiró a sus cuarteles de invierno en La Bolgachina. Lleva la responsabilidad del acto el vice consejero de Relaciones Institucionales José Portilla quien el otro día sorprendió a las azafatas contratadas para el acto institucional -10 en vez de las 20 del año anterior; debe ser por lo de la crisis- exigiéndolas que cuando se dirijan a él coloquen el don delante de su nombre. Esto me recuerda, don José Portilla,  aquel vice consejero de Economía que tuvo el Principado cuando Sergio Marqués era presidente y Juan Alsina consejero, se llamaban Hipólito Alvarez Fernández, quien también exigía las secretarias que cuando alguien le llamase por teléfono siempre se refieran a él como don Hipólito de tal forma que al final en toda la Administración se le conoció por “con don…”.

El gobierno del Principado ha encargado la celebración del evento a una empresa especializada que dirige Cristina Rato y como está previsto utilizar la sala grande se han enviado cerca de 2.000 invitaciones, sin embargo me da en la nariz que los partidos en la oposición -PSOE, IU y PP- van a boicotear el acto con su ausencia. Por ejemplo, el alcalde de la capital del Principado Gabino de Lorenzo no irá -tampoco lo hizo en los últimos años del gobierno de Tini-, delegando el alcalde de Oviedo en su número dos, Agustín Iglesias Caunedo, y es que de Lorenzo no quiere ver a su antiguo compañero de partido ni en pintura y menos en olor de multitud subido al escenario de su querido auditorio. Pienso que es una pena que tanto Alvarez-Cascos como este Portilla no hayan mantenido en su staff como experta en protocolo a Flor Melón quien ahora acaba de ser fichada por la Fundación Príncipe de Asturias conocedora ésta de su buen hacer cuando Flor Melón estaba en el equipo de presidencia del Gobierno asturiano. Bueno, unos van y otros vienen. Si Flor Melón se va a la Fundación Príncipe de Asturias el periodista Rodrigo Cepeda que estaba en ella acaba de pasar al equipo de Francisco Alvarez-Cascos. En el fondo es como en el fútbol en vísperas de iniciar la liga, y ante todo lo que hay que ser es profesional, ideologías aparte.

La verdad, en cada glorieta que rodeo me encuentro con una gran valla publicitaria del Foro con gran foto del jefe a todo color y el slogan “Más Asturias, mejor España”. Los grandes partidos, PP y PSOE, han acordado con la boca pequeña no colocar publicidad hasta que entremos en campaña electoral, 15 días antes del 20-N. El anuncio de Francisco Alvarez-Cascos de que Foro también presentará listas al Congreso y al Senado en Madrid ha dejado descolocado a más de uno incluida a su buena amiga Esperanza Aguirre que aboga por un rápido entendimiento entre el PP y Foro. Está claro que al ex vice presidente del Gobierno cuando el PP le interesa tener cuanta mayor representación de Foro en el Congreso mejor, pero va a ser difícil que logre algún escaño en Madrid. Superar el 3 por ciento de votos para poder acceder a la Cámara baja se me antoja poco menos que imposible al intentarlo en la capital de España por mucho asturiano que resida en ella. No olvidemos que los APQ (Los asturianos residentes en Madrid) son de ideología varia. Además, le va a ser casi imposible lograr 5 escaños en Asturias lo que le permitiría formar grupo parlamentario propio por vez primera en la historia contemporánea de nuestra comunidad autónoma. Lo que pasa es que siendo como es personalista y absorbente -Francisco Alvarez-Cascos delega mal en sus colaboradores- puede que esté metiendo en su boca más pastel del que le cabe, por muy ricos que estén los de Camilo de Blas, y el intento de Madrid distraiga capacidad de trabajo para sacar a Asturias del atolladero en que se encuentra.

Orgulloso como está de haber superado en nuestra comunidad autónoma los 11.000 afiliados, Francisco Alvarez-Cascos no debe bajar el pistón de los 4 turnos para dedicar, aunque sea solo 1, a Madrid. Ese conato de regionalismo anti centralista que nos ha mostrado no debe ser traicionado. Además si, como desea Esperanza Aguirre, hay alguna posibilidad de entente entre los dos partidos de la derecha, con esta decisión de Alvarez-Cascos, de desembarcar en Madrid para quitar votos -es evidente- al PP hará que  Mariano Rajoy y la Cospedal no se lo perdonen.