Paciencia digna de Job

Mientras el ciudadano de a pié espera con paciencia digna de Job, o incluso con indiferencia, que nuestros políticos se pongan de acuerdo para que España tenga, por fin, presidente, Asturias sigue perdiendo población -7.000 habitantes el pasado año- y no acaba de encontrar el camino de la recuperación que tanto necesitamos.

El líder socialista, Pedro Sánchez, ha echado mano de una veterana de la política de su partido, la asturiana Maria Luisa Carcedo, diputada y otrora villista, con gran influencia en el entorno de Javier Fernández y de la FSA. Como Pedro Sánchez no es tonto, contra lo que muchos creen, prefiere la experiencia y la veteranía a la ingenuidad de la que ha sido número uno del PSOE en Asturias en las pasadas elecciones del 20 de diciembre: Adriana Lastra. María Luisa Carcedo compartirá responsabilidad en la comisión negociadora del PSOE con otros veteranos como el ex ministro Jordi Sevilla, el secretario de política autonómica Antonio Hernando y el que fue jefe de gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, José Serrano, y es que el antiguo equipo del ex presidente leonés influye mucho en el actual.

A Mariano Rajoy le veo vencido pero no derribado. Tiene sobre su cabeza jaque pero no mate y ayer lo dijo bien claro: El PP no votará un gobierno con Pedro Sánchez a la cabeza. El líder socialista a quien por el momento, pese a su optimismo, los números no le salen, no deja ahora de lanzar con timidez recuerdos a los siete millones de votantes del PP que, según afirma ante las cámaras, le merecen todos los respetos. Por más vueltas que le doy solo veo a Pedro Sánchez de inquilino en La Moncloa si cuenta con los votos de Ciudadanos y la abstención del PP pero, aunque España esté en juego, la venganza es un plato que se sirve frío y Mariano Rajoy se la tiene jurada desde el desplante que sufrió por su oponente en el debate televisivo pre electoral.

Como la última encuesta del CIS ya coloca a Podemos en segunda posición por delante del PSOE Pablo Iglesias se siente cada vez más fuerte y en la reunión que esta mañana está teniendo con Pedro Sánchez le apretará las tuercas con una condiciones draconianas sobre cargos y compromisos que pondrían los pelos de punta a la mismísima Susana Díaz. Además, si Podemos acuerda apoyar al PSOE a cambio de una vicepresidencia y varios ministerios que Pedro Sánchez se vaya despidiendo de los votos de Albert Rivera. Claro que para el secretario general del PSOE no llegar a ser investido y tener que ir a otras elecciones generales supondría un fracaso definitivo. Si hubiera altura de miras en esas nuevas elecciones a las que parece estamos abocados los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, apartando a sus actuales cabezas de lista y buscando de verdad renovación, podrían quizás hacer la gran alianza que el país necesita.

Tener en cualquier caso a Podemos como socios es incómodo. El ejemplo del ayuntamiento de Oviedo es claro: Somos cada dos por tres, con sus iniciativas, caso de los presupuestos non natos, descoloca al alcalde y a IU y los nueve diputados de Podemos en el parlamento regional sacan un día sí y otro también dolor de cabeza al señor presidente del Principado.

En fin, esperemos acontecimientos con una opinión pública cada vez más preocupada por las andanzas de nuestros políticos.



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