Do you speak English?

Hace unos das saltó a la opinión pública asturiana la decisión de la multinacional norteamericana General Dynamics que fabrica armas de destrucción masiva o no masiva, vaya usted a saber, en la Fábrica de Armas de Trubia, de pedir a los que se presenten en busca de un puesto de trabajo que sepan inglés. Creo que es la primera vez que tal petición se hace pública lo que complica la posibilidad de que los 55 despedidos en su da puedan acceder ahora a un nuevo puesto de trabajo como quieren los sindicatos y las fuerzas políticas de izquierda.

En una región como la nuestra en que cada vez estamos ms colonizados por las multinacionales no debe resultar extrajo la exigencia de tal requisito. En cuanto se convoca un nuevo puesto de trabajo, aunque sea de medio pelo, el contrato exige inglés, sea para la Du Pont, para Arcelor, para la Thyssen o la que sea.

Contra lo que algunos me comentan ello no tiene porque ser incompatible con el deseo de dominar el bable o hablar el asturiano en alguno de sus históricos dialectos. Salvo para dar clases poco ms puede servir en la practicar a nuestros jóvenes o no tan jóvenes dominar el idioma asturiano que de momento Javier Fernández y su gobierno lo tienen bien claro, no tiene carácter de lengua oficial como el gallego, el euskera o el catalán. De todas las maneras por dignidad regional y patriotismo el asturiano no debe ser un idioma objeto de mofa o desprecio y aunque los presupuestos de las administraciones no están sobrados por los recortes s hay que atenderlo con clases y enseñanzas para aquellos que lo desean y lo sientan.

En estos momentos el castellano es el idioma que ms se habla en el mundo, ms de 400 millones de personas, seguido del inglés, pero en el mundo mundial de la empresa y las relaciones internacionales el inglés resulta imprescindible. ¿Me gustara saber cuántos universitarios que salen cada año de la institución con una carrera terminada dominan el inglés? Me temo que no muchos. ¿Y qué decir de nuestra clase política? Desde luego ni Mariano Rajoy ni Isidro Fernández Rozada lo hablan aunque, claro, ya les coge un poco mayores. Realmente pienso que la Universidad deberá de reforzar cursos y enseñanza del idioma para que en su momento los nuevos licenciados se lancen en busca de un trabajo con la preparación debida. En ese sentido la puesta en marcha de los Erasmus s que está contribuyendo a ello, como la emigración de tantos de nuestros jóvenes que acuden a los Estados Unidos o a Londres, por citar, en busca de acomodo laboral.

Saber idiomas es romper barreras y aunque mi generación se quedó muy corta estudiando inglés o francés en el bachillerato inolvidables las clases de aquel gran profesor que fue Luis Fernández Castan en Los Dominicos de Oviedo- lo cierto es que a medida que pasan los años las nuevas generaciones están mucho mejor preparadas que nosotros aunque lo tienen bastante ms difícil para encontrar empleo en su tierra que es la nuestra. ¿O vais a decime que no?



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