Eduardo "El gemelu", la persona que más sabe de fútbol modesto y no modesto de Asturias, me invita a participar mañana, lunes, en el programa que sobre el deporte rey tiene cada semana en Asturias Televisión, ese canal que el empresario Rodolfo Cachero tiene a poco gas desde hace años en Telecable. "El gemelu" es un apasionado defensor de la cantera y siempre me critica esos fichajes internacionales que el Real Oviedo trae para el segundo equipo. Primero un norteamericano, ahora un italiano. Bueno, debe tener en cuenta mi buen amigo que la propiedad del club carbayón es ahora del segundo o tercer hombre más rico del planeta, nacido en Líbano y residente en México.
El consejo de administración del club encabezado por su presidente Jorge Menéndez Vallina, ex concejal del PP, visitó al alcalde Wenceslao López tras filtrar a La Nueva España que proyectaban crear la ciudad deportiva del Real Oviedo en terrenos de Siero lo que, por supuesto, hizo atragantarse al tripartito. Ahora ya han matizado su postura los dirigentes del club apuntando a la posibilidad de que la citada ciudad deportiva pueda instalarse en terrenos de las Caldas. Yo también pensaría en terrenos de San Claudio, que los hay y apropiados. En la sombra se mantiene el auténtico dirigente del club, el mexicano Joaquín del Olmo, la persona de confianza del Grupo Carso en el Principado y que por fortuna para el Real Oviedo y su afición es una persona no solo conocedora de este deporte sino también seria y discreta.
La verdad es que el Real Oviedo no está muy a gusto con el tripartito que gobierna el ayuntamiento y sobre la mesa están las necesidades de mejora del estadio Carlos Tartiere. Si como así parece el club ovetense sube este año a primera división resultará impresentable, por ejemplo, ese pobre marcador que actualmente está instalado en una esquina o la impresentable megafonía que no la entienden ni los chinos.
Cuando hay dinero y buena gestión los resultados positivos aparecen y comparto lo que el otro día escuché en una tele al veterano delantero Toché que después de recorrer medio mundo terminó este año en el Real Oviedo y lo hizo porque vio seriedad en el proyecto lo que no se puede decir de muchos clubes, incluso de primera división.
Como en tantas otras situaciones Oviedo ciudad no tuvo suerte cuando la privatización del club. Los distintos grupos accionariales o no acertaron o fueron a desangrar económicamente la sociedad. Incluso uno de sus máximos accionistas y presidente, Alberto González, está en busca y captura por Hacienda, exiliado actualmente, las vueltas que da la vida, precisamente en México.
Pero la llegada del grupo de Carlos Slim cambió radicalmente la situación y para bien. Una broma con envite incluido del periodista asturiano Marcos López, aquel chico que en su día Luis Enrique llevó como comunicador a la Roma, al yerno de Slim, Arturo Elías en un programa de la COPE incendió las redes sociales a favor de la operación y animó a los mexicanos a hacerse con el histórico club.
La verdad es que ahora, en este mundo convulso y sin fronteras en el que vivimos, la compra de clubes por empresarios extranjeros se ha puesto de moda, aunque no todas las operaciones estén saliendo bien. Hasta la Cultural Leonesa acaba de ser adquirida por árabes de Qatar. Pero volviendo a lo que nos ocupa, y pese a que la ciudad metropolitana de Asturias, el conocido como "ocho" asturiano (Oviedo, Gijón, Avilés, Siero, Llanera, Bimenes, Corvera y alguno más) es una aspiración que no debemos perder, aún no está el tema maduro para que el Real Oviedo ponga su pié en otros concejos que no sea el de la propia capital de Asturias. A ver como se arregla el concejal Roberto Sánchez Ramos para traer a Oviedo en la próxima fiesta de la Ascensión el mercado de ganados que desde hace años se celebra en el vecino recinto de Llanera.
Aún me acuerdo de la polémica que se levantó cuando el abogado Celso González, fuerte accionista del club en su primera etapa como organización privada, quiso construir un gran campo de fútbol en Llanera con el objetivo de que tanto Real Oviedo como Sporting de Gijón disputasen en él sus partidos; además, al entonces presidente del Principado Vicente Alvarez Areces la idea le gustaba, pero los localismos continúan pesando mucho en nuestra sociedad y si no planteen la fusión o absorción de concejos. Todos los expertos afirman que el Principado tiene exceso de ellos. Vamos, que los 78 actuales son muchos y deberían dejarse en no más allá de 40. Un cascabel al tigre que no hay domador, o mejor dicho, político, capaz de ponerlo.