¡Qué escándalo por un bebé! El día que haya un diputado imputado cerramos el Parlamento… ¡Ah! ¿Qué ya los hay? Venga, hablemos pues del bebé.
El precedente en España ya lo sentó Izquierda Unida hace la friolera de 25 años con Ángeles “Nines” Maestro y es práctica común en los países nórdicos y menos común pero también vista en el Parlamento Europeo, donde pudimos ver crecer a la hija de la italiana Lizia Ronzulli. Por otra parte, de las infantitas nos enseñan hasta el primer diente y a nadie le parece mal que las lleven al Congreso. ¡Ah! Qué la Monarquía no cuenta.
A mí me encantó ver en su día a los militares cuadrarse ante la barriga de Chacón y me parece fenomenal que a los bebés se les de de mamar donde venga bien, sin cortapisas. Lo curioso es que se ofenda tanto quien tiene un ángel de nombre Marcelo que le aparca el coche y habla a diario con la Virgen –no es un yonqui alucinado, no, es el Ministro de Interior Jorge Fernández Díaz-. Yo creo que reírse de la gente es financiarse ilegalmente, el resto es natural.
El problema son las tetas: como objeto publicitario o para hacerse pajas los hombres genial, cuanto más grandes y visibles mejor, valen para anunciar café, colonia o coches indistintamente y hay millones a un click. Pero si se sacan para dar de mamar, su función original, tenemos el escándalo montado. ¡Y mira que fue discreta!
Todo lo que sea llamar la atención sobre la conciliación será siempre bien recibido. Recordemos que hay mujeres despedidas por quedarse embarazadas –no digo por llevar el niño al curro o pedir una excedencia-, que no hay guarderías laborales en la mayoría de centros y localidades y que muchos hijos se crían con abuelas y cuidadoras si las madres trabajan. Y al final se van y no los viste crecer… Gran número de mujeres la habrán envidiado. Curiosamente, otras muchas la critican, no hay peor cuña que la de la misma madera. Así nos va.
Ahora, me hubiera gustado más ver a un señor diputado haciéndose cargo de su bebé en el Parlamento con el biberón. ¡Eso sí que sería igualdad!