Los incendios son intencionados

Los incendios que llevan una semana activos en Asturias no son fortuitos, son incendios provocados de forma intencionada prácticamente en su totalidad.

Es decir, el fin de semana del 20 de diciembre, hubo unas personas que de forma intencionada prendieron fuego en más de 100 puntos de Asturias. Aprovecharon el gran volumen de incendios para garantizar que los servicios de extinción no fueran capaces de apagarlos antes de que alcanzaran su objetivo destructor. Esas personas, bien por irresponsabilidad o bien porque era su objetivo, prendieron fuego en un fin de semana con  vientos de hasta 100 km/h. Cualquiera que conozca el monte sabe que es una barbaridad y una irresponsabilidad hacer eso.

Como consecuencia de esos incendios, se han quemado muchas hectáreas de monte, algunas son pastizales, otras son monte bajo, otras son plantaciones privadas de árboles, pinos o eucaliptos y otras son bosques autóctonos públicos y privados. Como consecuencia de estos incendios, se han quemado cuadras y casas. Como consecuencia de estos incendios ha perdido la vida una persona, José Antonio Rodríguez. Un trabajador que arriesgó y perdió su vida por hacer su trabajo protegiendo el bien común. Quienes prendieron el fuego sabían que todo esto podía pasar. Probablemente alguno de ellos querían que esto pasara.

 


No queremos esconder la responsabilidad del gobierno del Principado que ha desoído una y otra vez las protestas de los bomberos del Principado que ponían en evidencia la falta de medios. Tampoco entendemos por qué se tardó tanto en avisar a la UME y pasar al estado de alerta correspondiente a una emergencia de este calibre. Un baldón más en la gestión de una Consejera a la que solo le pedimos que se vaya.

No queremos esconder la responsabilidad del gobierno del PP que con su ley de montes, no solo permite la recalificación de terrenos quemados, sino que ha querido restringir las funciones y el trabajo de la guardería de medio ambiente, un colectivo imprescindible para la lucha contra estas lacras.

 


No queremos esconder el protagonismo del cambio climático en estos incendios. Mayores temperaturas y mayores sequías, hacen que el monte arda más fácilmente.

Pero queremos decir alto y claro que si no se hubiese prendido el monte, no hubiera ardido. Y queremos decir alto y claro que es malo, muy malo, para nuestro futuro y nuestro presente que arda el monte. Es malo para nuestra economía y no se puede consentir que el supuesto beneficio cortoplacista de unos pocos sea la ruina del bien común. Sin ir más lejos, el perjuicio causado al turismo con estos incendios, tiene una incidencia mayor en el PIB de Asturias, que el de muchas hectáreas de pastizales. Este no es el camino, ni son las formas para buscar soluciones a los problemas económicos de la ganadería extensiva o al despoblamiento rural.

La causa de los incendios no es que el monte esté “sucio”. No es que la gente se vaya de los pueblos. La causa de los incendios es que alguien prendió fuego. Y el fuego no es la solución a nada, es un problema muy grave que hay que erradicar.

 


EQUO Asturies rechaza a la política agrícola común (PAC) contra la que votó el grupo Verde del Parlamento Europeo, y a la que el colectivo de agentes forestales, conocedores del tema, acusan de motivar a los incendiarios.

Desde EQUO Asturies pedimos un mayor esfuerzo en educación y prevención. Pero también pedimos que la ley actúe contundentemente contra quien quema nuestro patrimonio y nuestro futuro.



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