Cuatro jóvenes ante las cámaras

No hay que esperar al día 20, está claro que en España el fin del bipartidismo es un hecho. Si alguien tuviera duda le hubiera bastado con ver ayer noche el debate en La Sexta de los cuatro principales: PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.

Me dio pena como a la entrada de las instalaciones de Atresmedia un pequeño grupo de militantes de UPyD pedía una oportunidad como "El platanito". El proyecto que llevaba camino de convertirse en un partido de centro de carácter nacional es ahora un esperpento de si mismo gracias a la cabezonería de la que fue su fundadora y líder Rosa Díez.

Ayer fue un debate correcto con el gran ausente, Mariano Rajoy, viéndolo con su familia en Doñana. Lógico. Sin quitarle sus méritos el jefe del Partido Popular y del Gobierno de España ya no está para estos trotes para los que hace falta cintura y frescura y, por supuesto, no tener cadáveres en el armario. Cuatro jóvenes ante las cámaras: Soraya Sáenz de Santamaría, brillante abogada de Estado, vicepresidenta del gobierno de España y mano derecha de Mariano Rajoy. Como era de esperar la atacaron por la ausencia del jefe, por la corrupción en su partido y por los casi cinco millones de parados, entre otras cosas. Manejó muy bien el capítulo dedicado a temas económicos y en los otros toreó como pudo. ¿Objetivo del PP si gana las elecciones?. Llegar al 2020 con 20 millones de trabajadores por lo que hay que continuar, según ella, por el camino emprendido en esta legislatura para que España siga creciendo.

Pedro Sánchez, el más alto y el más guapo, al decir de ellas, de los cuatro intervinientes dejó una cosa muy clara: Es imposible bajar los impuestos en nuestro país así que ya sabemos a que atenernos y por qué nuestra consejera de Hacienda Dolores Carcedo, la mujer fuerte del gobierno del Principado, no quiere bajarlos en el proyecto de presupuestos para el 2016, algo con lo que nos están de acuerdo los diputados de Podemos que van a tener el día 23 la llave para aprobarlos o echarlos abajo. Dando por hecho que el PP y Foro votarán en contra a Javier Fernández solo le quedará la posibilidad de que los nueve diputados de Podemos digan sí o se abstengan pero con Emilio León y los suyos los socialistas lo tienen difícil y Asturias también.

Albert Rivera estuvo en el debate elegante y positivo. Para mi fue el mejor porque insistió en huir de descalificaciones y brindis al pasado a los que son tan aficionados los populares y socialistas echándose en cara sus antiguas malas acciones de gobierno que fueron muchas. Me gusta su música de eliminar diputaciones y el Senado y recortar gastos superfluos en la Administración y también sus recetas para reformar el tema laboral con el contrato único. Por supuesto que está más a la derecha que Sánchez e Iglesias y menos que Sáenz de Santamaría pero puede que no fuera malo para nuestro país a partir de enero tener un presidente de Gobierno nacido en Cataluña y la más mínima veleidad separatista, todo lo contrario. Y es que en el tema de Cataluña y en la violencia de género fueron los únicos puntos del debate en que es prácticamente lo único en que estuvieron de acuerdo los cuatro espadas.

El líder de Podemos Pablo Iglesias, pese a llevar nombre y apellido de un histórico socialista, está claro que no les puede ver. Muy telegénico, domina su presencia ante las cámaras como pocos con su pinta de estudiante progresista y pico de oro. Muy demagógico en sus intervenciones creo que su presencia en la oposición en la próxima Cámara baja va a suponer un elemento refrescante en la misma porque el panorama político oficial de nuestros país necesita "Pepitos Grillo" que denuncien y controlen el oficialismo. Pide una profunda negociación política sobre el tema catalán y mejoras para los más desfavorecidos. Curioso, ninguno de sus oponentes le sacó a relucir ayer la derrota de su amigo Maduro en Venezuela aunque si le restregaron lo de Alexis Tsipras en Grecia. En el minuto que los presentadores dieron al término del programa fue de los cuatro el que más me llegó: Ni olvidar y sonreír, una coletilla que por lo visto va a repetir de aquí al 20 puesto que esta mañana se la he vuelto a escuchar en una emisora de radio aunque me temo que Podemos, como la langosta, el día 20 al cocer menguará.

Lo cierto es que el debate estuvo bien, un pelín largo y hasta cierto punto farragoso, aunque estoy convencido de que habrá despejado dudas a pocos ciudadanos cara a las urnas del día 20. En mi caso alguna pero continúo teniendo la papeleta sin decidir que camino tomará ese día. A ver el cara a cara próximo entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Me da en la nariz que no habrá tanto guante blanco.



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