¡Hay que ver cómo cambian las cosas!

El Gobierno del Partido Popular que preside Mariano Rajoy, y que goza de la mayoría absoluta parlamentaria durante ésta legislatura que en menos de un mes va a concluir, fue capaz -por su cuenta y riesgo, utilizando precisamente la citada mayoría absoluta y sin contar con el consenso de los partidos de la oposición- de aprobar una demoledora reforma laboral, de derogar la justicia universal, de promover insoportables reformas sociales o económicas, de recortar el mayor gasto público en democracia como contrapartida a la ayuda solicitada para el saneamiento bancario afectando ese recorte a la sanidad o a la educación, de aumentar el copago sanitario, o, como último ejemplo, de sacar una Ley de Seguridad Ciudadana (la llamada "Ley Mordaza").

Estos días, después del ataque terrorista de París, cuando el presidente de Francia,Francois Hollande, se entrevista con todos los lideres mundiales con el fin de buscar apoyo a su particular declaración de guerra al terrorismo islámico (TI); el presidente español, Mariano Rajoy, absolutamente descolocado, es incapaz de tomar una decisión política al respecto y se parapeta -en ésta ocasión sí- en la trinchera parlamentaria en la que pretende -ahora sí- contar con todos los grupos políticos para evitar que tanto su formación como él mismo quede con el culo al aire como le ocurrió al geoestratega mundial y presidente de honor del Partido Popular, José María Aznar, cuando decidió, con Bush y Blair, que había que invadir Irak porque era un país muy malo y tenía armas químicas de destrucción masiva.

Mariano Rajoy ha dicho: "Cualquier decisión que haya que tomar será llevada al Parlamento". ¿A que entonces tratará de no aplicar el rodillo?.