El ex alcalde de Oviedo y jefe local del Partido Popular Agustín Iglesias Caunedo dio esta mañana su rueda de prensa desmintiendo que hubiera actuado incorrectamente en sus viajes con Joaquín Arístegui y compañía a los Estados Unidos y Croacia hace unos años. Exhibió unos extractos bancarios y no aceptó acusación alguna. Supongo que le bastará la explicación a su todavía jefa política Mercedes Fernández. El propio senador Isidro Fernández Rozada, al que tropiezo por la calle siempre hablando por el celular, me critica a la oposición. "Mostrar esas fotos de Caunedo de hace diez años son pecados de juventud" se lamenta. Lo que si está claro es que el sobrino de la tía Nemesia no repetirá en las próximas elecciones generales en lista alguna del PP. Vamos, que por fin se retira aunque Mariano Rajoy todavía quería contar con él otros cuatro años, consciente de la popularidad del veterano político en la derecha asturiana.
A todo esto PP y Foro ya se ven las caras preparando su coalición para las generales principio y fin de Foro, diga lo que diga Cristina Coto- y cuya sorpresa será la inclusión del general secretario Francisco Alvarez-Cascos en la lista al Senado. El abogado Pedro Leal es ahora la persona de máxima confianza de Alvarez-Cascos. A lo largo de estos cuatro años de existencia de Foro muchas han sido las personas que han quedado por el camino. Recuerdo que el primero fue el abogado Amaro González de Mesa que encabezó la lista municipal de dicho partido en Oviedo. La verdad es que lamento que Asturias vaya camino de perder su único partido regional. Dejar tierra quemada es lo que trae, volver a caer en manos del bipartidismo.
Los líos del Paridot Popular en Asturias están logrando que Mercedes Fernández no consiga fichajes estrella para sus listas por lo que la actual diputada nacional, la avilesina Carmen Maniega, no solo encabezará la lista popular a la Cámara baja sino que tras la dimisión del controvertido Joaquín Arístegui será la nueva presidenta local de Avilés. Y el portavoz municipal Carlos de la Torre sin enterarse.
Mi espía preferida la XPXIII me comenta cómo Javier Fernández y su equipo están preocupados por la comunicación y sus relaciones con los medios informativos regionales. Mientras logran resolver quien ocupará la dirección general de la RTPA el cerebro gris de la presidencia para estos temas, José Manuel Piñeiro, ha dado el placet para el fichaje de dos buenos colegas, ambos ex directores del desaparecido diario La Voz de Asturias. Uno, Luis Mugueta, se ha incorporado a la Consejería de Educación y Cultura y otro, Juan Carlos Rodríguez Villlar, a otra. Tampoco se queda atrás el rector de la Universidad Vicente Gotor quien también ha fichado para comunicación, creo que, en concreto, para el campus de excelencia, al periodista Pablo Zariquieri quien tras su paso por La Voz de Asturias y el lanzamiento del digital Asturias 24 se ha incorporado a la Universidad en el puesto que ocupaba la colega Nidia Fernández ahora encargada de comunicación del alcalde Wenceslao López. Creo, pues, que es bueno para la profesión que se mueva el banquillo y cuanto mas se cubran algunos puestos lo que contribuye, sin duda alguna, ha disminuir el importante paro que sufren los periodistas en esta región.
Sigo observando con gran preocupación la cotización de las acciones de Duro Felguera en la bolsa. Junto con GAM son las únicas compañías que asturianas en el parquet. Las acciones de una de nuestras principales empresas llevan camino de estar por debajo de los dos euros cuando en tiempos no muy lejanos llegó hasta los ocho. Otro síntoma preocupante: se le están yendo buenos ejecutivos incómodos con la dirección de la compañía que preside Angel del Valle. Duro Felguera ha dejado las oficinas que tenía en Oviedo en la esquina de las calles Santa Susana con Santa Cruz, donde estaba su sede oficial, y que ahora están siendo remodeladas por la firma de abogados Ontier de la que es destacado socio Bernardo Gutiérrez de la Roza, vocal secretario de FADE. Esta firma no solo amplía en Oviedo sino que su sede central acaba de trasladarla a Londres.