Entre la espada y la pared

Oviedo está de moda con la celebración de los premios Princesa de Asturias. Buen tiempo y cultura en varios frentes capitalinos, pero aprovechando que aquí están los medios nacionales e internacionales de comunicación la izquierda aprovecha para protestar contra la monarquía y pro la república.

El alcalde, el socialista Wenceslao López, sostenido por Somos e IU, se ve entre la espada y la pared ya que aunque se manifieste republicano y de izquierdas moderado se ve atrapado por una polémica que en nada beneficia en definitiva a la ciudad. A mediodía 16 personas, jóvenes, por supuesto, tomaron la sala de plenos con la intención de permanecer encerrados hasta mañana en protesta por los premios. Wenceslao López dio la cara y habló con ellos llegando al acuerdo, pásmense, de que podrían quedarse pero no en la sala de plenos sino en las dependencias administrativas en la calle de la Rúa donde tiene su sede el servicio de prensa municipal, vigilados, eso sí, por dos policía locales. Tambián se les autorizó a exhibir una pancarta en las oficinas municipales de la plaza de la Constitución frente a la cada consistorial con el slogan "emburriando un cambiu social" .

Este grupo de okupas lo estará hasta una hora antes de iniciarse el acto en el Teatro Campoamor teniendo previsto unirse a los manifestantes que protestarán en la plaza de La Escandalera. Desconozco, eso sí, el cambio de actitud del citado grupo en cuanto al lugar del encierro ya que incluso tenían pensado hacerlo en el despacho del alcalde aunque supongo que ëste con la intensa capacidad de diálogo que le caracteriza logró disuadirles.

¿Asistirá hoy Wenceslao López al concierto junto con los Reyes de España en el auditorio Príncipe Felipe?. ¿Lo hará a la cena en Trascorrales a pocos metros de los encerrados?. ¿Será abucheado mañana en el acto?. El delgado del Gobierno Gabino de Lorenzo por si las moscas ha efectuado un importante despliegue de Policía Nacional en torno al ayuntamiento. Por cierto, de la plataforma pro premios y del principal grupo municipal en la oposición, el del Partido Popular y también de Ciudadanos, nada se sabe. La izquierda, la verdad, es más ágil y efectiva que la derecha a la hora de orquestar protestas aunque, en mi modesta opinión, las mismas no logran eclipsar el impacto cultural y de imagen de los premios.

Y es que al tripartito municipal le va a costar no solo obtener deseos para la sociedad de la autonomía sino también del gobierno de la nación aunque, cierto, a áste le quedan dos afeitadas. De momento el asturiano Pedro Arguelles, secretario de Estado de Defensa, ya le ha dado calabazas al alcalde de Oviedo respecto a entregar al municipio los terrenos de la fábrica de armas de La Vega. Y es que en círculos populares el comentario que circula es tajante: Al enemigo ni agua. Claro que quien al final sufrirá estos enfrentamientos somos los ciudadanos de a pié.

La legislatura ha terminado y el Congreso celebró su último pleno para aprobar los presupuestos para el 2016. En él se escuchó por última vez para los próximos años la intervención de un diputado en defensa de los intereses de Asturias. Me refiero a Enrique Alvarez Sostres, de Foro Asturias y portavoz del Grupo Mixto. Las encuestas no le dan ya otro escaño y como es el único partido político regional, la defensa de Asturias en la Cámara baja pasará a la historia. Alvarez Sostres estos cuatro años lo ha hecho bien como única voz asturiana en el desierto, pero ahora se retira a sus cuarteles de invierno consciente de que con el desmoronamiento de su partido le es imposible repetir escaño. A lo mejor se lo lleva Podemos, IU o Ciudadanos, tan centralistas, en definitiva, como lo son PP, PSOE y la propia Izquierda Unida.

Y es que al paso que vamos Asturias no solo necesita un Jovellanos, necesita también un Pelayo.



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