Leo una noticia publicada en el periódico de más tirada de mi provincia. Le dedicaron media página.
El SEPRONA ha detenido -o similar- a un sujeto peligroso que había capturado y tenía en su vivienda unos 70 pájaros cantores.
Yo que voy por el campo asiduamente, me encuentro con cantidad de recipientes que han contenido líquidos destinados supuestamente a la fumigación o el tratamiento de ciertas plagas que conviven con nuestras plantas o nuestras especies arbóreas. Puro veneno.
Contaminan nuestras aguas y nuestros alimentos. Contaminan nuestros campos, acaban con los insectos y acaban con nuestros pájaros. Ya advierten algunos en su exterior: no manipular sin protección. No llevar las manos a los ojos después de su contacto. Líquido venenoso. Peligro de muerte.
El SEPRONA ha hecho un extraordinario trabajo. Ha desmantelado una red mafiosa que se dedicaba a robar del medioambiente pájaros cantores que, en último caso, y si no cantaban medianamente bien, en lugar de ejecutarlos o pedir rescate por ellos les iban a dejar libres. ¡Ejemplar servicio del SEPRONA!.
Y ejemplar servicio del periódico que le dedicó media página a la noticia.
¿En dónde está el peligro, en el pajarero que tiene sus 70 pájaros en casa para ver cuál de ellos canta mejor el "Asturias Patria Querida" o, en las multinacionales que contaminan y envenenan nuestros campos con la absoluta condescendencia de los intrépidos miembros del SEPRONA?
