Aunque la mayoría de nuestros políticos están de vacaciones la pota de nuestra sociedad hierve como consecuencia de los resultados ocurridos en las urnas el pasado mayo y los que van a ocurrir en septiembre en Cataluña y en diciembre en toda España.
Mientras Mariano Rajoy carga pilas con un buen alvariño en tierras gallegas el PSOE a través de su número dos busca argumentos para fustigarle y lo de la entrevista entre Jorge Fernández veo al ministro, viejo conocido de los asturianos, muy desfondado- y el imputado Rodrigo Rato hace que corran ríos de tinta a la espera de lo que el ministro del Interior declare hoy en el Congreso.
Nuestra sociedad vive en auténtica convulsión de un tiempo para acá. Que la hayan ximielgado un poco con los partidos emergentes no está mal pero tampoco hay que pasarse. Aquí, lo de la Cola Cola, por ejemplo, suena a boutade pueblerina. Por esa regla de tres tendríamos que negarnos a utilizar las armas de destrucción casi masiva que los americanos fabrican en Trubia. El tripartito municipal, también a medio gas por aquello de las vacaciones, ofrece ahora a los vecinos de las zonas rurales maquinaria para que desbrocen los caminos y cuiden el lugar. No se le hubiera ocurrido ni a Lolo, el de Olloniego. Esos núcleos rurales están habitados por una mayoría de vecinos de edad avanzada que no están ya para coger la pala y el azadón. Lo que hay que hacer, estimado Rubén Rosón, que aunque médico es de profunda tierra agraria y minera, Degaña, es crear cuadrillas móviles con desempleados y que roten por los lugares. Así matábamos dos pájaros de un tiro.
Tras el encuentro histórico entre Javier Fernández y Wenceslao López en el palacio de la presidencia, primer lío entre partes. La concejala del tripartido Mercedes González -¿Eres la hermana del gran Pedro González, el colega que más sabía de ciclismo junto con Emilio Tamargo?- promete mantener las escuelas infantiles en el concejo pero pagando los costes el Principado. Un asunto peliagudo y no será el único.
En las ruedas de prensa Roberto Sánchez Ramos, auténtico concejal folclórico en estos momentos, tiene al lado, eso sí, sin abrir la boca, al sorprendente Juan Vega, funcionario de la Fundación de Cultura y a quien por méritos le corresponde ser gerente de la misma, según el mismo manifiesta. El langreano se dedica ahora a lanzar puyas al desaparecido y a la salerosa Cristina Coto y le noto un cierto acercamiento a Somos Oviedo. Es un politólogo de cuidado al que solo en su momento superó el profesor German Ojeda.
Por lo visto, y me parece bien, Rivi quiere que sea alguien del Real Oviedo quien pregone las fiestas de San Mateo. Pensé en Sergio Egea pero ¿Por qué no en el mexicano Joaquín del Olmo?. Por cierto, la Federación Española de Fútbol anda un tanto mosqueada con la nueva corporación ovetense en relación al estado del césped del Carlos Tartiere cara al partido de "la roja" el día 5. Incluso algún colaborador de Angel María Villar le apuntó al oído que llegado el caso podría jugarse en El Molinón. Sería la muerte anticipada del tripartito municipal ovetense, Dios no lo quiera, pero yo, con permiso de la diputada Montejo, iré mañana a los toros a Gijón, más que nada para ver de cerca, no a través del plasma, a Esperanza Aguirre, chulapona de Chamberí donde las haya, en el palco.