Tranquilo día de agosto con una ciudad, Oviedo, marginada del boom veraniego, aunque el alcalde Wenceslao López interrumpió sus vacaciones para fundirse en un abrazo "histórico" al decir de los socialistas con Javier Fernández en el despacho oficial del presidente del Principado. Tal abrazo socialista no ocurría desde los tiempos de Rafael Fernández y Antonio Masip. Por supuesto que el alcalde de Oviedo acudió solo al encuentro y le tocó sentarse en el sillón negro mientras el jefe del Ejecutivo lo hace siempre en un sillón inmaculadamente blanco en contraste con su negra y poblada melena sobre la que uno de sus asesores me jura y perjura que no se tiñe.
Por lo menos ahora puede hacer cierta sintonía entre las dos administraciones respecto a los terrenos del viejo HUCA, antiguo Instituto de Silicosis, residencia sanitaria, cuartel del la Policía Nacional y plaza de toros desde hace tiempo abandonada con el coso lleno de maleza y porquería.
En cuanto el tripartito cargue pilas en Salou, Tapia de Casariego o la Gascona, hay que empezar a mover la inversión en esta ciudad absolutamente en estos momentos paralizada tanto en el sector público como en el privado.
Al anterior alcalde Agustín Iglesias Caunedo le salió rana esa obra en la zona de Otero que suponía completar la senda desde el parque de invierno. Las máquinas comenzaron con mucho brío, visita incluída, del ilustrísimo, y zás, están paradas. El puente de La Florida, ya terminado, no acaba de abrirse. Aunque no haya sido una iniciativa suya puede servir para que Wenceslao López corte su primera cinta, pero a lo que no se vislumbra solución a corto plazo olvidemosnos por el momento de El Asturcón- es a los terrenos de la antigua fábrica de armas en La Vega, cuyas antiguas instalaciones que continúan siendo propiedad del ministerio de Defensa cada vez están más abandonadas llevando camino, lo son ya, en convertirse en un gigantesco nido de ratas.
Pero, claro, el gobierno central en vísperas de unas elecciones generales no me parece a mi que le preocupe mucho las necesidades de esta pequeña comunidad y de su capital por primera vez en muchos años en manos de la izquierda.
Wenceslao López no regatea tiempo en ponerse al día sobre las necesidades dela capital y ya ha expresado que a la vuelta de las vacaciones va a meter mano al tema del transporte público. Estoy de acuerdo porque hace meses con el cuento de integrarnos en el consorcio de transportes del Principado se subió el precio del billete a los ciudadanos en quince céntimos. Ahora acaba de regresar de su estancia en los Estados Unidos el responsable del ALSA en Asturias, propietaria de la compañía municipal TUA, el bueno de Jacobo Cosmen, por lo que con su presencia sin duda la negociación entre las partes podrá ser más efectiva.
De todas formas aún presuponiendo buena voluntad a nuestros dirigentes en el poder y en la oposición me temo que de aquí a diciembre no van a poder desarrollar grandes proyectos e inversiones. Además, los presupuestos generales que Mariano Rajoy lleva al Congreso son de los más cicateros con Asturias. Seguro que todos los diputados y senadores asturianos, excepto los del PP al fin y al cabo Ovidio Sánchez hace tiempo que se despidió de esta región-, votarán radicalmente en contra. En esta ocasión me da en la nariz que en la pre campaña y campaña electoral Mariano Rajoy ni vendrá. En las autonómicas lo hizo vergonzantemente unas horas paseando unos minutos por la calle de Gil de Jaz.
Aunque haya que pagar por visitar nuestra catedral metropolitana recemos antes de que el arzobispo Jesús Sanz vuelva a mover el banquillo. ¿Qué habrá pasado para que en esta temporada histórica del Real Oviedo en su retorno a la segunda división no sea Esteban ya capitán del equipo?.
