En las cuentas de la Seguridad Social hay algo que no cuadra y que el ministro afectado, ministra en este caso, con lenguaje claro y conciso debe explicar cuanto antes a los españoles. Escuchamos al presidente del Gobierno, ministros y altos cargos del partido, un día si y el otro también, en todas sus intervenciones públicas, como se les llena la boca recordándonos la milagrosa recuperación de nuestra economía y la consiguiente creación de puestos de trabajo, siendo la admiración de nuestros socios europeos y citados por todos los organismos internacionales como ejemplo de eficacia por nuestras reformas.
Como consecuencia del impresionante crecimiento del empleo antes citado, lógicamente, se produjo un aumento en el número de afiliados a la S. Social, cuya cifra asciende en estos momentos a 17,2 millones de trabajadores, que supone unos 570.000 más que el año anterior. Hasta aquí, todo perfecto y encomiable, pero lo que arteramente se nos oculta sobre estos datos es la inquietante caída de la recaudación, a la que ningún político alude y que representa un descenso medio de 300 a 400 millones de euros mensuales con relación a los cuatro últimos años. En julio del 2015, la S. Social ingresó 8.279 millones de euros y la media de los últimos cuatro meses del 2011 ascendió a 8.700 millones, siendo muy notoria la diferencia y que por ende impedirá que la Seguridad Social pueda cumplir sus objetivos en el presente año.
Los guarismos expuestos están demandando y con urgencia una detallada aclaración coherente que justifique el citado descenso y su inevitable repercusión en el sistema público de pensiones, cuyo déficit estimado para el 2015 se sitúa en torno a los 15 millones, una cifra muy similar a la del ejercicio pasado, lo que está evidenciando que la gestión no ha mejorado sino todo lo contrario situándonos ante un problema estructural preocupante.
Como siempre, la clase política solo hace referencia al dato que les favorece, tratando de desvirtuar todo aquello que desmerezca sus desvelos por y para la sociedad que dicen trabajar y que tan generosamente les retribuye con el dinero de nuestros impuestos.
Tal postura, mentirosa e infantiloide es inadmisible y la ciudadanía ya está harta de tanta manipulación. Si efecto nos están restregando hasta la saciedad la creación de puestos de trabajo, ¿Cómo es posible que la S. Social ingrese menos dinero cuando el número de cotizantes es muy superior? La respuesta es fácil pero lo suyo es dar la cara y contar la verdad y no eludirla. Todo obedece a que el empleo creado es descaradamente precario y a tiempo parcial, y como consecuencia, las cantidades recaudadas son infinitamente menores, unido, desgraciadamente a que los sueldos también son más bajos. La información sobre contratación mensual debe facilitarse sin manipulaciones, desglosada por tipos de contrato y reducidas a jornada total y mes. Cuatro empleados trabajando solamente 10 horas a la semana representan lo mismo que uno solo a jornada completa de 40 horas, si bien, a efectos estadísticos figurarán como cuatro nuevas contrataciones mas pero la cotización es equivalente a una sola y es ahí donde redicha el engaño
¿De que fantástico empleo están presumiendo en el PP? Ese y no otro ese motivo por el cual los trabajadores que han encontrado una ocupación de estas características, continúan pasándolas canutas y teniendo que recurrir a familiares y mil y una estrategias para poder llegar a fin de mes, aunque la mayoría de las veces deban seguir endeudándose un poco más y eso no es justo.
Mire don Mariano, si no se actúa con honestidad atajando el problema ahora que es cuando predican ustedes que todo son aciertos y su gestión es encomiable, imagínese el desastre que se avecina, si los ingresos por Seguridad Social siguen deteriorándose y maquillándose, la población envejeciendo y la natalidad en claro descenso. ¿Reconózcanlo! ahora viven bien los de siempre, los que ya lo hacían antes, durante y después de la crisis y continúan tragando quina y pasando miseria los de toda la vida. No menciones más lo del millón de puestos de trabajo o se le pudrirá la lengua. Que no le digan más milongas, pise el suelo y posiciónese en la realidad. No tiene nada fácil el ganar las próximas elecciones y lo sabe, aunque tampoco crea que los españoles con: Podemos, Ciudadanos, PSOE y similares lo tenemos muy claro. Total, que el panorama no es tan esperanzador como se nos cuenta y todo lo que no sea aproximarse a la verdad les pasará factura.
Por último y con respecto a la maldita corrupción que siempre es tratada al final de los discursos y con brevedad, por lo menos ya van reconociendo que ha formado parte de su partido, que les está dañando y sufrirán las consecuencias. Recuerde no obstante que en este capítulo, como tanto le gusta repetir a usted y a los suyos, “todavía les queda mucho por hacer…”¿De acuerdo Sr. Rajoy?