Bajo perfil político

Su majestad Felipe VI recibirá mañana en audiencia oficial al reelegido presidente de Asturias. Por supuesto que Javier Fernández acudirá al palacio de La Zarzuela debidamente peinado y trajeado y con su nuevo gobierno bajo el brazo que al fin y al cabo será durante los próximos cuatro años de todos los asturianos, ceses aparte, y es que como había anunciado en su toma de posesión el fin de semana Javier Fernández deshojo la margarita y dio titulares a las ocho consejerías con un empate a cuatro entre hombres y mujeres.

No ha habido grandes sorpresas y se puede decir sin miedo a equivocarnos que Javier Fernández ha formado un gobierno de bajo nivel político en una clara línea de tecnócratas y universitarios. El mismo Gaspar Llamazares, que fue el primer en conocerlo, lo ha calificado de tímido cambio y pobre nivel. Además de la consejera de Hacienda Dolores Carcedo, la futura sucesora del jefe según dicen los corrillos en la FSA, quien tiene mejor pedigrí político es la nueva consejera de Bienestar y Derechos Sociales Pilar Varela, ex alcaldesa de Avilés. Hay dos continuismos que sorprenden. El de la consejera de Fomento Belén Fernández lo que, sin duda, provocará el enfado de los constructores, muy enfrentados con ella últimamente lo siento estimado Serafín Abilio- y también el de la consejera de Agroganadería, la praviana María Jesús Alvarez, que a la chita callando lleva consigo una importante carrera política tras haber sido primero presidenta del parlamento asturiano y luego consejera del campo asturiano en la legislatura que acaba de finalizar. No muchos, incluso de su propio partido, confiaban en su continuidad pero ahí está.

Javier Fernández ha traído a Cultura, Educación y Deportes a un profesor independiente del PSOE, Genaro Alonso, quien además es bablista. ¿Le gustará el fútbol?. Ya veremos. En Sanidad, como estaba previsto, Faustino Blanco cesa y le sustituye otro médico, esta vez es de Oviedo no de Gijón, Francisco del Busto quien durante años ocupó cargos de importancia en Sanidad. Supongo que la clase médica y en especial los profesionales del HUCA estarán en principio contentos aunque, lógicamente, hay que esperar a ver por donde respira. Otro técnico, Francisco Blanco, coge la consejería de Economía sustituyendo al gastado Graciano Torre. Ha estado más de diez años como titular y creo que ha hecho lo que pudo aunque no ha sido mucho.

El nuevo gobierno tomará posesión el miércoles para seguidamente celebrar la primera reunión. Claro que si Javier Fernández fuera lo extrovertido que es su colega de Cantabria, Miguel Angel Revilla, mañana llevaría al jefe del Estado fabes y sidrina. Con ellas, ya se sabe, no hace falta gasolina, pero Javier Fernández además de serio es tímido y fotofóbico por lo que se limitará a dar ante las cámaras el cabezazo protocolario. Me consta que tanto Felipe VI como su esposa Letizia Ortíz aprecian a este ingeniero mierense en cuyas manos de nuevo el destino de Asturias estará cuatro años más, los últimos como él mismo ha anunciado.

Queda ahora conocer la pedrea, esto es, quienes serán vices y directores generales. Ojo, no vuelva a caer en la ilegalidad, por lo que tendrá que echar mano de cualificados funcionarios que los hay y muchos en nuestra Administración. Y a partir de ya, aparecen las elecciones generales en el horizonte, por eso Izquierda Unida bajo la dirección del plateado Gaspar Llamazares no expresará su entusiasmo por el gobierno que ha apoyado; otra cosa será cuando pasen dichas elecciones. Entonces IU de Asturias sí exigirá a Javier Fernández y al PSOE un trozo del pastel autonómico que los de la coalición también son hijos de Dios y necesitan puestos de trabajo bien renumerados.



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