Aquello que siempre esgrimió el Partido Popular en los buenos tiempos de su mayoría absoluta parlamentaria en esta legislatura, al referirse a las dudas y los silencios del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, justificando tal comportamiento en la capacidad del líder del PP para reflexionar, medir y marcar los tiempos políticos, se está viniendo abajo.
El agotado Gobierno que Rajoy aún preside siempre fue, y aún lo es, un mar de dudas. Los únicos tiempos en los que tomaron decisiones rápidas y puntuales fueron los marcados desde la "troika". El único programa aplicado por el Partido Popular en lo que llevamos de la 10 legislatura ha sido, precisamente, el marcado desde el exterior; poco coincidente con el que se habían presentado a las elecciones generales del 20 de noviembre del 2011.
Ahora, después del batacazo sufrido tras las elecciones autonómicas y municipales, primero fue en Andalucía y más recientemente a nivel nacional, Mariano Rajoyse ve presionado por las circunstancias y, aunque titubeando, va a hacer cambios. ¿Para qué?. ¿No le valdría más adelantar las elecciones que hacer una nueva chapuza?.
La cosa pinta mal. No han pasado cuatro años de Gobierno y los ministros ya están buscando acomodo a corto plazo. De Guindos quiere cobrar los servicios prestados en la Comunidad Europea. Wert quiere vivir, con su segunda en el Ministerio, unos años en el extranjero y desea ser embajador en la OCDE.Fernández Diaz, para no seguir viendo comunistas radicales, arropado por el "Opus Dei" quiere ir de embajador ante El Vaticano. Morenés desea volver a sus negocios de venta de armas. Fátima Báñez a reforzar al Rocío.
La falta de empatía con el pueblo y la inanición política del PP, del Gobierno y de su Presidente los está llevando al borde del precipicio. Mariano no tiene que hacer cambios ni en el Partido Popular ni en el Gobierno. Como él dice: "no hay que cambiar lo que está funcionando". Pues que sigan así: hay casi cinco millones de parados, han incrementado la Deuda Pública desde el 2011 en más de 300 mil millones de euros (ya está en el 98% del PIB) y han creado dos empresas potentes: Podemos y Ciudadanos.