Este extraordinario músico, que acaba de dejarnos, nació en Carolina del Norte. Este genio de la música pasó de recogedor de algodón, a tractorista profesión que dejó cuando se enamoró de la música y, entonces con su maravillosa voz nos enamoró a todos.

Sólo un genio como él pudo arriesgar su vida por recuperar su guitarra favorita en un incendio provocado por dos hombres que luchaban por una mujer. Ben E. King se enteró del nombre de ella y le puso a la guitarra que había rescatado, su nombre: Lucille.

       Con “Stand by me” conquistó millones de corazones, sobre todo de enamorados, en el mundo entero.

       Tuvo 21 canciones entre los cien primeros lugares entre 1961 y 1975.

        He escrito estos cuatro modestos renglones para mostrar la enorme admiración que siempre le profesé.

        Descanse en paz este inolvidable artista que con sus sublimes interpretaciones tantos momentos de felicidad nos hizo disfrutar a quienes supimos gozarla.

Las abejas beben agua y producen miel, las serpientes beben agua y producen veneno. Esto demuestra que consumiendo lo mismo, el resultado puede ser absolutamente opuesto.