Propuestas que debieran aplicarse de manera más urgente

Se exponen a continuación una serie de propuestas que hoy debería impulsar de manera decidida la mayor parte de los ciudadanos del mundo, sobre todo las que se refieren al comportamiento personal y a la gobernación mundial.
En todos los casos, se trata de proceder de forma democrática, dando la voz al pueblo que ahora sí, por primera vez en la historia, puede manifestarse libremente. 
Comienzo esta serie con:

I. Propuestas A escala española 
-Reforma de la Ley Electoral, impostergable, para no seguir manteniendo la funambulesca situación actual, este sentimiento de precariedad representativa de la voluntad de todos los españoles. 
-Reforma de la Constitución (en especial el Capítulo 8) estableciendo un Sistema Federal y permitiendo una gran autonomía. La Constitución no solo deberá ponerse al día serenamente sino que debe aparecer como solución y no como problema, como la Carta Magna de un Estado donde quepan todos los españoles con una gran capacidad de autogobierno y unos principios comunes bien establecidos y generalmente aceptados. 
-Independencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, estableciendo los mecanismos correctores necesarios que permitan, en caso de mayoría absoluta parlamentaria, asegurar el papel de las minorías y de la sociedad civil, con un impecable comportamiento democrático. 
-Fomento de la educación, la sanidad y la I+D+i como cuestiones suprapolíticas que están sufriendo unos recortes cuyas consecuencias pueden ser irreversibles. 
-Relocalización ponderada de la producción exterior. 
-Poner en práctica un gran proyecto de turismo y residencia hacia y en España, sacando partido a la longevidad y a las inigualables características humanas, culturales, climatológicas, naturales, gastronómicas… de la península y de sus dos archipiélagos. 
-Fomento de energías renovables. 
-Medidas rápidas y severas que penalicen la insolidaridad tributaria y la evasión fiscal. -Iniciativas para el trabajo autónomo y de las pymes. 
-Gran movilización de la «capacidad-puente» española, por sus insólitos antecedentes, con África, los países árabes y, desde luego, América Latina. 
(Estas propuestas están extraídas de mi artículo "Un nuevo comienzo", en: ReaccionaDos: ¿qué más estás dispuesto a perder?. Barcelona: Aguilar, 2015)
A escala europea:
 
 
-Reforma de los tratados de la UE, fortaleciendo la Unión económica y política que no precedieron a la Unión monetaria. 
-Si en las elecciones al Parlamento europeo no votan más del 60 por ciento de la población electoral de cada país, los así electos no deberían ser designados parlamentarios. 
-Federación política, económica y fiscal. 
-Autonomía en materia de seguridad, sustituyendo a la OTAN, cuya vigencia después de la desaparición del Pacto de Varsovia no está justificada y cuesta a Europa cantidades totalmente desmesuradas, y dejar de adquirir material bélico innecesario y propio, además, de guerras pretéritas. 
-Equilibrada relocalización industrial. 
-Incentivos para la I+D+i. 
-Aplazamiento razonable de los plazos de reducción del déficit y regulación de los flujos financieros. 
-Reposición de los principios democráticos para orientar las actitudes de la Unión, favoreciendo el pluralismo cultural, étnico, ideológico y religioso como base de la convivencia armónica, situando a la justicia social en el centro mismo de la política comunitaria. Salvaguardar siempre los medios necesarios para la educación, el conocimiento y la salud. Y, a través de los incentivos necesarios, el trabajo para todos, conscientes de la nueva naturaleza del mismo, como consecuencia de la deslocalización, automatización, robotización y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Particularmente apremiante: democracia genuina a todas las escalas: ver el proyecto de «Declaración Universal de la Democracia», que cuenta ya con el apoyo de personas de gran prestigio
A escala mundial:
-Disolución de los grupos plutocráticos y restablecimiento (establecimiento) de un eficaz sistema multilateral. 
-Reforma de las Naciones Unidas: con la participación y representación ya indicadas, que le proporcionen la autoridad moral y funcional que en estos momentos es imprescindible. 
-Poner término a los últimos coletazos de la crisis sistémica impulsada por los Republicanos de los Estados Unidos, que sustituyeron los principios democráticos (justicia, igualdad, libertad, solidaridad) por las leyes del mercado, y el multilateralismo por grupos plutocráticos, cuyo estruendoso fracaso en la pretensión de suplir a las Naciones Unidas está a la vista. 
-Reducir rápidamente el riesgo de puntos de no retorno en el deterioro medioambiental debido a la actividad humana (antropoceno), adoptando en todo el mundo, sin excepción ni aplazamientos, las medidas que la responsabilidad intergeneracional exige. 
-Desarme nuclear: es urgentísimo y debería favorecerse una gran movilización popular en el ciberespacio que acabe con esta terrible «espada de Damocles». 
-Terminación de los tráficos mafiosos a escala supra-nacional: tráficos de armas, drogas, personas... Regulación del tráfico y consumo de drogas, cuyo altísimo precio carece de efectos disuasorios, considerándose en adelante, al igual que pasa con el alcohol y el tabaco, un problema esencialmente sanitario y no tan solo de seguridad. 
-Remodelación de los sistemas económicos, con establecimiento de los mecanismos de regulación global que proceda, la inmediata desaparición de los paraísos fiscales, sin excepción, y la transición desde una economía de especulación, deslocalización productiva y guerra a una economía de desarrollo global sostenible, que permita poner fin a la explotación, a los desgarros sociales, a la pobreza extrema, a la muerte por inanición… que hoy ensombrecen la dignidad de la especie humana en su conjunto. 
-Promover el adecuado y ágil funcionamiento de las «asociaciones regionales», como la Unión Europea, la CELAC, la OUA… para facilitar de este modo la gobernación mundial.



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