Me ha pasado rápido este sábado. El único día junto él de despúes de Navidad en los que no hay prensa impresa en papel. ¿Se imaginan que fuera así todos los días del año?. Pues hay gurús que lo vaticinan, dejando toda la comunicación en manos de internet. Desde luego los de mi generación no lo veremos. A mi me desmoraliza mucho cuando un conocido se interesa por mis artículos pero al ver que los público en un blog tiran la toalla. “Perdona, pero es que yo no se manejar el ordenador. “Lo siento -contesto- ya soy mayor para enseñarte pero tú te lo pierdes”. El caso es que nuestra ciudad estaba animada en sus calles céntricas y muerta en los barrios. La hostelería, así, así. “Poco tenedor y mucho bocadillo” me comenta un profesional. Los únicos que tienen capacidad y empeño por vender -no mucho, la verdad- son las grandes superficies que incansables han abierto estos días de pasión.
Ese gran pastelero que es Ataulfo, inventor de las “Letizias”, me vuelve a quejarse del abandono que a su juicio sufre la calle Covadonga donde tiene su negocio. También me apunta el detalle de que desde hace tiempo el palacio de la Junta General del Principado no está iluminado durante la noche. Pedro Sanjurjo debería de autorizarlo al menos en estas fechas de tanto visitante. Lo que si me extraña es que el bueno de Ataulfo no se haya trasladado a Murcia para apoyar al Real Oviedo, prácticamente campeón de su grupo de segunda B. Ahora hay que lograr que el importante partido -idea y vuelta- para ascender a la segunda A venga su máximo accionista Carlos Slim que para eso tiene más de un avión privado.
Hay que agradecer también a nuestros políticos que en estos días no nos hayan dado la vara con promesas que no van a cumplir o despedidas que nadie les pide. Las candidaturas están prácticamente cerradas y Mariano Rajoy reúne a la élite de los suyos el martes en Madrid. El culebrón de este largo puente ha sido el hipotético enfrentamiento de los del PP de Andalucía con los de Dolores de Cospedal. Algo así a lo que le pasa a Mercedes Fernández con los de Gijón.
A partir del lunes y hasta el 24 de mayo, más fechas posteriores, Dios no coja confesados con la información política. Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Cayo Lara, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Rosa Díez no, y hasta los niños del Coro nos visitarán para arropar a sus candidatos. ¿Habrá alguno que se atreva a mitinear en el Calatrava?. Lo pongo en duda.
La placidez de estas jornadas las aprovecho en parte para revisar papeles. Lo primero que hago es romper el documento que hace tres años firmó Javier Fernández con Ignacio Prendes de compromiso de legislatura. ¡Que poco duran estas parejas contra natura!. Me tropiezo con una información del desaparecido diario Región que me facilitó hace unas fechas mi archivero particular, Pedro Cortes, cronista oficial del Centro Asturiano de Oviedo, en la que se da cuenta de que el periódico me envía a una lejana aldea de San Antolín de Ibas para cubrir un tremendo suceso. Me acuerdo perfectamente.
Era un domingo de julio de 1968 -ya llovió-. En una remota aldea del concejo, Salvador, a cinco horas andando desde la capital, San Antolín, un joven matrimonio nacido en la localidad pero residente en Madrid pasaba unos días de vacaciones en su casa natal. Era un día de gran calor sobre las tres de la tarde. La madre acudió a una fuente cercana por agua mientras su hijo de dos años, Salvador Fernández Yañez, jugaba a gatas a la puerta de la casa mientras en el interior se encontraba descansando un tíó. A la vuelta de la fuente su madre no le ve y al poco el nerviosismo se apodera del pueblo. El tío juro que no había oído nada. El pequeño había desaparecido en esta aldea de unos pocos habitantes.
Se organizaron batidas por la Guardia Civil con ayuda de numerosos voluntarios del concejo durante muchos días sin resultado alguno. El suceso hizo correr ríos de tinta en los medios no solo asturianos sino también nacionales. Estuve más de una semana en la zona y ademas de enviar crónicas a “Región” mandé también un montón al diario madrileño “El Alcazar”, propiedad del grupo “Nuevo Diario” entonces potente grupo de comunicación muy vinculado al Opus Dei. ¿Que ocurrió?. ¿Un secuestro?. ¿Una alimaña?. ¿Quizás lo llevo un lobo o un águila?. Nunca lo supimos. Si me acuerdo que unos años después un pastor encontró unas ropas de niño que llevabas al juez quedó demostrado que no eran del desaparecido. ¿Que habrá sido de aquellos padres?. Trabajaban en el mercado de Madrid. ¿Superaron semejante tragedia?. Para practicar el periodismo de sucesos hay que tener una pasta especial y yo, lo reconozco, nunca la tuve. Así se lo conté un día da confidencias en Salinas al dueño de “El Caso” Eugenio Suárez recientemente fallecido aunque si conocí a su reportera “estrella” Margarita Landi que debió de ser la primera periodista en España en fumar en pipa.